El Instituto IMDEA Agua vertebra su actividad en torno a la promoción de la investigación y la innovación multidisciplinar en temas hídricos y la creación de un modelo eficiente de desarrollo de ciencia y tecnología en estrecha colaboración con el sector productivo. Con ello busca generar soluciones rentables y sostenibles a los problemas vinculados con el agua y su gestión.
En la actualidad, su plantilla la constituyen cerca de 60 investigadores que desarrollan exhaustivos estudios en ámbitos de especial relevancia para la sociedad contemporánea. Entre ellos, el tratamiento de las aguas residuales urbanas e industriales para su posterior reutilización en usos ambientales o recreativos, como el riego o la recarga de acuíferos. Para ello, resulta indispensable la aplicación y desarrollo de nuevas técnicas, como las tecnologías de membranas, las electroquímicas microbianas -conocidas como MET- y los Filtros Verdes.

Los científicos que trabajan en IMDEA Agua también realizan estudios eco-toxicológicos para evaluar cómo la interacción entre los contaminantes y el medio afecta a los ecosistemas, detectar y monitorizar cianobacterias tóxicas en embalses y analizar la contaminación biológica y la resistencia a los antibióticos en los ecosistemas acuáticos.
Cambio climático
Otro de sus ejes centrales de investigación lo ocupa el cambio climático, una problemática global que requiere de la movilización de la comunidad científica para prever y frenar sus consecuencias. El instituto ha ideado un sistema inteligente para optimizar el uso de agua en la agricultura, el Smart-Hydro, que tiene por objeto incorporar los avances tecnológicos en los sensores, las imágenes multiespectrales y las telecomunicaciones en el control de la cantidad y calidad de las aguas subterráneas al sector productivo agrícola para reducir costes de energía, pérdidas de agua e impacto medioambiental.
Uno de sus ejes centrales es la lucha contra el cambio climático
Asimismo, y bajo el prisma de la lucha contra el cambio climático, se ha impulsado el análisis de ‘eventos hidrológicos extremos’, tales como inundaciones y sequías, desde el doble punto de vista, por un lado, del estudio de su peligrosidad, exposición y vulnerabilidad y, de otro, de la propuesta de medidas predictivas, preventivas y correctoras para su minimización.
Acuicultura sostenible
IMDEA Agua participa también en el proyecto TAPAS, financiado por la Comisión Europea en el marco de las Acciones de Investigación e Innovación H2020, cuya meta principal es el desarrollo de herramientas para la evaluación y planificación de la acuicultura sostenible. En pro de esta tarea, cooperan 15 instituciones y empresas de 10 países europeos que examinan los marcos de regulación y concesión de licencias, los métodos y las necesidades u obstáculos y proponen enfoques mejorados.

Así, trabajan de forma conjunta para dar soporte a la transparencia y eficiencia en la adjudicación de permisos, de forma que se mejore la sostenibilidad del medio ambiente, la seguridad alimentaria acuática y el conocido como crecimiento azul. La aportación española consiste en detectar el riesgo ambiental de los medicamentos empleados en el sector de la acuicultura. En concreto, los investigadores del Instituto rastrean el impacto tóxico de ciertos antibióticos sobre los biofilms marinos y la fauna bentónica.
Tratamiento de aguas
Entre sus programas más reseñables figuran los proyectos europeos iMETland y Life+ Transfomem. Gracias a los fondos obtenidos en el primero de ellos, se ha validado en diferentes localizaciones de España, Dinamarca, México y Argentina un dispositivo ecológico que depura las aguas residuales urbanas de pequeñas comunidades con coste energético cero mediante el uso de bacterias electroactivas. Las aguas residuales de los hogares se vierten en una fosa séptica y desde ahí fluyen a través de un biofiltro donde esas bacterias purifican hasta 25.000 litros de agua por día. Un ciclo que conecta TIC, energía y recursos naturales y que respeta el medio ambiente.
Ha desarrollado un dispositivo ecológico que depura las aguas residuales a coste energético cero
Por su parte, el proyecto Life+ Transfomem se centra en el reciclaje de membranas desechadas para aplicarlas en usos alternativos. Su propósito es incrementar la sostenibilidad de los sistemas de tratamiento de aguas mediante membranas, mejorar su durabilidad y reducir los costes ambientales asociados a esta tecnología. Para conseguirlo, se busca la mejor forma de reciclar estas membranas usadas en la desalación por ósmosis inversa para poder reutilizarlas, una vez transformadas, en procesos de filtración de baja presión, utilizando métodos respetuosos con la naturaleza.
Eficiencia económica
IMDEA Agua cuenta, además, con un departamento de análisis económico que asesora a diversos organismos nacionales e internacionales. En él se estudian instrumentos económicos diseñados para mejorar la eficacia y la eficiencia de la gestión del agua evaluando mecanismos de regulación de servicios de agua potable y saneamiento.

Dentro del área de Análisis Económico Institucional, se activan líneas de investigación en el marco de proyec - tos competitivos y otros programas. El instituto desarrolla estas investigaciones en cooperación con los diferentes esta - mentos de las administraciones públi - cas, organismos de financiación bilateral y multilateral -tales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, Cepal-ONU, la Unesco o la OPS-ONU- y organizaciones no gubernamentales como la Global Water Partnership (GWP).
Infraestructuras de vanguardia
Para el desarrollo de sus investigaciones, el instituto dispone de plantas piloto e instalaciones con equipamiento avanzado de alta resolución. En su laboratorio de biología y microbiología, se estudian las aguas superficiales con el fin de vigilar las floraciones de cianobacterias y sus toxinas. Por su parte, en el laboratorio de suelos se analizan sedimentos y otras matrices sólidas similares, como humus o materiales reactivos, para determinar sus propiedades físico-químicas desde el punto de vista agronómico. Examinar estas matrices sólidas resulta de gran importancia, ya que la caracterización del sistema suelo-agua es fundamental a la hora de emplear esta última en actividades como el riego o la recarga artificial de acuíferos.

Otra de las infraestructuras destacadas es el laboratorio de geomática, un espacio donde se materializan las técnicas de teledetección, las cuales per - miten localizar y estimar con la precisión requerida la evapotranspiración de los cultivos, usos del suelo o índices de vegetación. Las bases de datos espaciales registran y ordenan esta información, y conforman un Sistema de Información Geográfica con capacidad de comprobar las relaciones topológicas y cuantitativas de diferentes variables. El conocimiento de estas variables se materializa en la implantación de un Sistema de Información Hidrológica que permitirá la modelización hidrológica del área, y será la base para la toma de decisiones en la gestión de los recursos hídricos.
Los ‘siete magníficos’ de la I+D+i madrileña
Desde hace más de una década, la ciencia y la tecnología madrileñas gozan de un impulso especial con los siete institutos IMDEA (Institutos Madrileños de Estudios Avanzados) que operan en la región. Agua, alimentación, energía, materiales, nanociencia, networks y software son las siete áreas en las que trabajan estos centros de excelencia, que han conseguido situar la I+D+i desarrollada en la Comunidad de Madrid y a sus profesionales en una posición privilegiada en el mapa europeo.
Su misión es realizar y fomentar actividades de excelencia de I+D+i en la región de Madrid y, por extensión, en España, en estrecha colaboración con el sector productivo. Los Institutos Madrileños de Estudios Avanzados (IMDEA), constituidos a iniciativa del Gobierno de la Comunidad de Madrid entre 2006 y 2007 como fundaciones públicas independientes, son centros de investigación que operan y se centran en siete áreas estratégicas para la sociedad desde el punto de vista empresarial, científico y tecnológico: agua, alimentación, energía, materiales, nanociencia, networks y software. En ellas, se centran en cinco objetivos fundamentales:
- Desarrollar ciencia y tecnología innovadoras, reconocidas en el plano internacional y con potencial para ser aplicables de forma efectiva al incremento de la competitividad de la economía madrileña, la productividad de sus empresas y la mejora de sus servicios públicos.
- Trasladar los resultados de la investigación a la sociedad por medio de un modelo eficiente de transferencia de tecnología.
- Mantener estrechas relaciones con el tejido empresarial en todas las fases del proceso de generación de conocimiento.
- Difundir el conocimiento científico y participar en actividades de divulgación para concienciar a la sociedad de la importancia de la ciencia y la tecnología.
- Facilitar la colaboración interdisciplinar y entre los distintos agentes del sistema madrileño de ciencia y tecnología.
Investigadores de reconocido prestigio internacional en cada una de las siete áreas de competencia forman los Consejos Científicos de los IMDEA, encargados de supervisar y asesorar a los directores de los institutos en la elaboración de sus programas científicos y en la contratación del personal, además de evaluar las actividades realizadas y los resultados obtenidos.
Los IMDEA, en cifras
En total, en los siete IMDEA trabajan cerca de 750 personas, la mayoría de ellas -en torno al 90 por ciento-, investigadores y técnicos o personal de apoyo directo a la investigación. Además, en línea con su objetivo de atraer hacia Madrid el talento de cualquier parte del mundo, una tercera parte de ese personal investigador (doctores) es extranjero y la mitad ha estudiado su doctorado fuera de España.
Solo en 2017, los institutos IMDEA trabajaron en 250 proyectos de investigación, una cifra que casi se ha triplicado desde su creación. De estos proyectos, destacan los financiados por la UE y por los programas nacionales de I+D+i y el peso creciente de los contratos de investigación con empresas, muestra esto último de la cada vez mayor imbricación de los institutos con el tejido empresarial.
Los investigadores de los siete institutos IMDEA han publicado, desde 2007, más de 3.000 artículos en diferentes revistas internacionales de gran prestigio e impacto en sus respectivas áreas de conocimiento, como Nature, Science, Physical Review Letters, ACM Computing Surveys, Scientific American, o IEEE/ACM Transactions on Networking, artículos que han sido citados en más de 45.000 ocasiones por otros investigadores.
A lo largo de su primera década de trabajo, los IMDEA han obtenido cerca de 400 ayudas para la contratación de personal, en especial de la Unión Europea, que representan un 40 por ciento del total. Alrededor del 35 por ciento de la contratación del personal temporal -el más numeroso- se ha financiado en su totalidad con proyectos de investigación u otras ayudas competitivas; además, otro 15 por ciento se ha financiado de manera parcial con este tipo de fondos.
Impacto social
Los institutos IMDEA se pusieron en marcha para hacer ciencia de excelencia por y para la sociedad, conscientes de que no basta con hacerlo bien: hay, además, que mostrarle a la sociedad lo que se está haciendo. Por eso, se han preocupado de abrir sus puertas al público y de participar en diversas iniciativas de divulgación científica de la mano de la Fundación para el Conocimiento madri+d, como la Semana de la Ciencia de Madrid, el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la Noche Europea de los Investigadores de Madrid, el programa Conciencia en la Escuela y, en general, cualquier actividad que permita a los investigadores de los IMDEA estar más cerca de los ciudadanos para acercar su trabajo a la sociedad.