Harry Potter ha abierto esta cadena de exposiciones. El público puede visitar algunas de las escenas más icónicas haciendo un recorrido por las piezas que han sido cedidas por coleccionistas, las más de 100 reproducciones licenciadas de los objetos que aparecen en las películas, dioramas a tamaño real y objetos únicos de colecciones privadas. Los productos de los gemelos Weasley, los horrocruxes, piezas de quidditch o las varitas de los protagonistas de la saga son algunos de los elementos que cobran vida en este espacio entre vitrinas, muros y habitaciones decoradas con gigantes pantallas que crean un mundo inmersivo. "Es un espacio muy interactivo con libros mágicos, trajes de las casas oficiales y guías que desde el principio introducen a los visitantes en el recorrido", cuenta Vanesa. "Como si el visitante estuviese en su casa, esa es la idea que perseguimos conseguir".

Piezas de coleccionistas
El mundo mágico de Harry Potter de Fandome ha sido visitado por más de 20.000 personas. Muchas de ellas no pudieron resisitir la tentación de comprobar cómo son algunas de las auténticas reliquias que coleccionan cientos de seguidores. Dos de ellos, han cedido algunas de ellas a este particular museo. Como Juan Piteira, un incondicional gallego del mago que, sin casi pensarlo, cuando le contaron el proyecto de Fandome, no dudó en dejarles varios objetos para que fuesen expuestos: "Algunas varitas, el tablero de ajedrez, la piedra filosofal y un diorama han sido algunas de mis aportaciones".
Un recorrido por el laboratorio de pócimas, réplicas y artículos de coleccionista
Un fan, que junto a otro que vive en Barcelona, han proporcionado objetos que llevan años coleccionando con tanta pasión. Juan comenzó en 2013 consiguiendo preciadas piezas que aparecen en escenas de la película como las famosas varitas: "Tengo como unas 68 varitas". Pero esto no es nada si lo comparamos con los más de 500 'tesoros' que decoran su casa. "Llega un momento que acumulas tantas cosas que piensas que ha llegado la hora de enseñarlas al resto de fans", asegura el seguidor de Potter. Esto fue lo que le llevó a ceder las piezas a Fandome: "Me parece estupendo que existan espacios como el que se ha creado en Madrid. En España somos muchos los coleccionistas y no existía ningún lugar donde exponer".
Espacio Fandome
C/ Duque de Sesto, 27
Precios: 10 euros (más gastos). Niños: 8 euros. Las personas con diversidad funcional pueden acceder de manera gratuita a todas las exposiciones.
Con el estreno de las úlimas películas, las ventas de merchandising relacionado con la saga se han disparado. También el coleccionismo: "Es como acercar el universo de Harry Potter a mi vida". Un "vicio como otro cualquiera", reconoce Juan. Y aunque el coleccionismo resulta, en algunos casos, un hobbie caro, este seguidor asegura que el secreto es ir "poco a poco" consiguiendo aquello que guarde un significado especial.
Un mundo único para los fanáticos de la mágica historia en el que, en ocasiones, deben hacer frente a precios algo desorbitados, como los 400 euros de las escobas voladoras. Las varitas salen un poco más económicas, entre los 35 y 40 euros.
Precios aparte, lo cierto es que conseguir estos artículos únicos puede ocupar mucho tiempo pero a ellos, a los entusiastas seguidores, no les preocupa. Juan lo tiene claro: "Ese gusanillo no me lo quita nadie". El Señor de los Anillos y Star Wars también ocupan posiciones privilegiadas en su hogar pero, confiesa, no alcanzarán a las aventuras de Potter.
En Fandome, el coleccionismo encuentra un lugar donde mostrarse tal y como es. Y aquellos que lo deseen también podrán pasar por la Tienda mágica y hacer una parada, casi obligada, en el bar, para degustar la famosa cerveza de mantequilla.