35 años de una de las peores tragedias aéreas ocurridas en Madrid

Es una de las peores tragedias aéreas de la historia de Madrid, grabada en la memoria de la ciudad. El 7 de diciembre de 1983, la colisión entre un Boeing 727 de Iberia y un McDonnell Douglas DC-9 de la compañía Aviaco dejaba 93 muertos y 42 heridos.

El vuelo 350 de Iberia, con destino al aeropuerto Roma-Fiumicino, llevaba 93 personas a bordo, de las que 51 -50 pasajeros y un miembro de la tripulación- perdieron la vida. Mientras, las 42 personas que cogieron el vuelo 134 de Aviaco, con destino Santander, fallecieron; eran 37 pasajeros y 5 miembros de la tripulación.

El choque ocurrió cuando el vuelo de Aviaco estaba perdido en la pista, debido a la intensa niebla, y buscaba la cabecera guiado por las luces laterales. El Boeing había comenzado la carrera de despegue y había alcanzado la velocidad de rotación. Justo cuando comenzó a levantar el morro, se produjo la colisión. El avión de Iberia comenzó un descenso abrupto y se estrelló pocos metros después, perdiendo el ala derecha y el tren de aterrizaje. Además, una explosión provocó un inendio en la aeronave. El McDonnell perdió el techo de la cabina y también se incendió.

Mientras que de la nave de Iberia consiguieron salir con vida 42 personas, incluido el comandante y parte de la tripulación, nadie sobrevivió en el otro avión.

Entre los fallecidos, se encontraba José María Cagigal, uno de los dirigentes deportivos más reconocido de su época, fundador del INEF; también el doctor César Llamazares Ortega, nefrólogo que en esos momentos era el director del CMN; y la actriz de cine mexicano Fanny Cano.

Se corrió, además, el rumor de que a bordo de uno de los aviones viajaban el golfista Severiano Ballesteros y el por entonces diputado regional cántabro Miguel Ángel Revilla. Ambas noticias se desmintieron a las pocas horas.