Las farmacias madrileñas no podrán abrir las 24 horas ni atender en domicilios. Al menos, por ahora. La disparidad de criterios entre si apoyar o no la nueva Ley de Farmacia que mantiene Ciudadanos ha provocado que el Partido Popular haya ampliado el calendario de enmiendas, lo que conlleva un retraso en la aprobación final, que tampoco está garantizada.
Las fechas de la
nueva Ley de Farmacia de la Comunidad de Madrid
se tambalean. Y es que, pese a que estaba previsto que se aprobase
antes de Navidad, los trámites han sufrido un retraso por el debate interno producido hace unos días en
Ciudadanos sobre si apoyar la iniciativa o abstenerse, lo que la haría decaer puesto que PSOE y Podemos ya han avanzado que votarán en contra.
El texto comenzó su tramitación el pasado 4 de septiembre. Tras dos años de conversaciones, el Ejecutivo de
Ángel Garrido dio luz verde en el Consejo de Gobierno a que el documento fuese debatido -
y aprobado- en la Asamblea de Madrid.
Tras una primera etapa en la que la Ley ha sobrevivido a
dos enmiendas a la totalidad de la izquierda parlamentaria, ahora se encuentra en el tiempo de las enmiendas parciales, que ha sido ampliado por el Partido Popular hasta el 19 de noviembre para que las dudas internas de Ciudadanos no tumben una iniciativa que permitía abrir a las farmacias las
24 horas del día y atender a domicilio a sus pacientes.
En un principio, la formación de
Ignacio Aguado se mostró favorable al texto, pero con el paso de las semanas ha ido adoptando una
posición neutra que siguen manteniendo en Madrid pero que han roto a nivel nacional.
Tal y como publicó la semana pasada el digital especializado
Redacción Médica, el responsable de Sanidad de Cs en el Congreso de los Diputados,
Francisco Igea, explicó que la formación iba a abstenerse y a dejar caer la Ley de Garrido. "
No hay tiempo material y no vemos el beneficio de esta iniciativa", declaraba el diputado.
Preguntados sobre su postura, fuentes de Ciudadanos Madrid han negado a
Madridiario que la abstención
se haya decidido ya, puesto que siguen reuniéndose "con los principales actores del sector para tener una valoración más completa". En este sentido, remarcan que apurarán el plazo de enmiendas. Una precaución que comparten desde la Consejería de Sanidad, quienes aseguran que todavía
no conocen la posición oficial del partido naranja.
"La queremos ya"El panorama, de todas formas, no parece optimista para los farmacéuticos, que pueden terminar la Legislatura con la misma ley con la que empezaron, la de
1998. Un extremo que no quiere ni escuchar el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COF),
Luis González. En una conversación con
Madridiario, explica que la ley "es fabulosa" y que, sobre todo,
es una ley que quieren los farmacéuticos. Por eso, pide que se apruebe cuanto antes: "La queremos ya".
Sobre los 'avances' de esta ley respecto a la vigente, González defiende la flexibilidad de horarios -que las farmacias puedan abrir las horas que quieran a la semana con un mínimo de 40- y la atención domiciliaria -que puedan atender en casas-. Unas ventajas que no las ve como tal Podemos, que
ya intentó deshechar la Ley en el primer periodo de tramitación.
"No hay ninguna necesidad que ampare esta Ley. La flexibilidad de horarios se puede hacer sin recurrir a un nuevo texto", explica
Carmen San José, diputada de Podemos. En este punto, la también coportavoz de la formación en la
Comisión de Sanidad argumenta que esa flexibilidad solo beneficia "
a grandes farmacias, porque las pequeñas no pueden competir en igualdad de condiciones".
Además, este no es el único punto de conflicto, puesto que
tampoco ve claro permitir la atención a domicilio porque "entra en conflicto con lo realizado por los médicos de atención primaria", como sucede en el caso de la
única farmacia de El Boalo.
Así, relaciona también que se permita a los farmacéuticos
-"sector privado"- "invadir" las competencias de un servicio público que "cada vez está más deteriorado" como es el SERMAS.