El pasado domingo, la Guardia Civil recibió una llamada de alerta sobre la desaparición de un interno de la residencia Sierra Kanaima de Moralzarzal, centro que cuenta con una orden de cierre por un año por incumplimiento de las medidas de vigilancia y cuidado.
La Guardia Civil busca a un interno que desapareció de una residencia privada de Moralzarzal la tarde del domingo, a raíz de la denuncia presentada por personal del geriátrico.
Fuentes de la investigación han explicado que la denuncia fue presentada la tarde de este lunes en el Cuartel de la Guardia Civil, en Cerceda, por la madre de la directora de la residencia y por una trabajadora, pero no por la familia del hombre, de 66 años.
Estas fuentes han explicado que la búsqueda se inició el domingo a raíz de la llamada recibida comunicando la desaparición, que se sospecha que "podría haber sido voluntaria" ya que el hombre está "en plenas facultades". "Todo apunta a que se ha marchado de manera voluntaria, al no estar por obligación en el centro", han añadido.
Residencia con orden de cierre
La residencia en cuestión cuenta con una orden de cierre total durante un año por "incumplimiento" de las medidas de vigilancia y cuidado, entre otros aspectos, conocida por los medios de comunicación a principios de marzo.
Según confirmaron fuentes de la Consejería de Políticas Sociales, a partir de ese momento, la residencia tenía un plazo de un mes para presentar un recurso, y una vez que se determinara el cierre, los familiares tenían tres meses para buscar otro centro a los usuarios.
En los últimos años, explicaron fuentes del Gobierno regional, se realizaron 16 inspecciones por parte de la Secretaría General Técnica de la Consejería de Políticas Sociales y Familia y han interpuesto 19 sanciones económicas, con un total de 285.000 euros de multas.
Otras de las causas que han precipitado el cierre, según estas fuentes, son la falta de atención farmacológica, la falta de actualización de los expedientes de los usuarios, la falta de registro de atención a usuarios en aspectos como caídas y falta de atención reiterada a los requerimientos formulados por la inspección.
El consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, señaló por su parte que la Comunidad ha modificado el plan de calidad y de inspección haciéndolo "mucho más riguroso".
"Se están llevando a cabo dos inspecciones anuales en residencias, cosa que no ocurre en ninguna otra comunidad autónoma", ha indicado Izquierdo, antes de afirmar que aplicarán la norma "de forma contundente" porque quieren que "los usuarios estén lo mejor atendidos posible".