Con este ejercicio, que se realiza todos los años, se quiere comprobar la efectividad de los protocolos de actuación establecidos para casos de accidentes graves, así como la coordinación de los efectivos que intervienen tanto de Madrid Calle 30 como de los servicios de emergencias de la ciudad de Madrid.
En el 'incidente' dos vehículos colisionaron quedando uno de ellos (V1) volcado y con dos personas atrapadas en su interior y el otro (V2) de medio lado. Los ocupantes del V2 pudieron salir por sus medios y dieron la alerta a través del poste SOS más cercano, momento en el que comenzó el simulacro. La calzada quedó completamente bloqueada y 17 vehículos aguas arriba del accidente permanecieron retenidos sin posibilidad de seguir su marcha.
Una vez que los bomberos sacaron a las personas atrapadas en el vehículo 1, el vehículo 2 comenzó a arder, evolucionando el incidente original de un accidente grave a un incendio en el túnel.
De esta manera, no sólo se pretende conseguir una mayor complejidad en la realización del simulacro para analizar más en profundidad las tareas a realizar, sino que se permite la intervención de todos y cada uno de los servicios de emergencias de la ciudad de Madrid.
En el desarrollo del simulacro y en la resolución de la emergencia estuvieron involucrados múltiples efectivos: Centro de Control de Túneles, departamento de explotación, equipos de primera intervención y mantenimiento de la infraestructura y demás equipos de Madrid Calle 30 y Emesa; Policía Municipal de Madrid; SAMUR-Protección Civil; Bomberos del Ayuntamiento de Madrid; Centro de Gestión de la Movilidad, y 112.
El túnel se cerró a las 21.30 horas y el resto de ramales a las 22 horas, comenzando el simulacro a las 23 horas con una duración aproximada de dos horas.
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