La inseguridad o la falta de espacio en las viviendas son algunos de los problemas con los que se encuentran los ciclistas en Madrid a la hora de aparcar su bicicleta. Pablo Rosa lo tuvo claro hace algo más de un año y se lanzó a montar aparcamientos para bicicletas en espacios disponibles de parkings públicos y privados. Este joven emprendedor, que quiere exportar esta iniciativa a otras ciudades españolas, se dejó llevar por la necesidad de superar las barreras para facilitar el "ciclismo urbano".
La red de aparcamientos, que ya cuenta con 200 usuarios, dispone en este momento de 75 plazas distribuidas en tres espacios Tirso de Molina, plaza de Santa Ana y Cascorro. El parking de Santa Ana es el de mayor capacidad, unas 47 plazas, "ampliables si hubiese necesidad", asegura Pablo Rosa. Se accede por el acceso de peatones y al llegar a la garita situada en la entrada, el interesado debe mostrar el carné que Don Cicleto proporciona a los clientes una vez se dan de alta en la web. Así, tendrán acceso a la clave o llave de la zona donde se encuentran aparcadas las bicicletas que se pueden dejar en cualquiera de los anclajes de la pared, ya sean en horizontal o vertical, dependiendo del espacio.
Abiertos las 24 horas del día cuentan con medidas de seguridad a través de cámaras instaladas en el recinto además de la que tiene el parking. En cada uno de estos espacios se pueden encontrar la zona taller, que cuenta con las herramientas básicas y un inflador de ruedas para poner a punto las bicis antes de salir. "Los puntos de recarga para bicis eléctricas llegará con el tiempo", apunta.
Varias son las tarifas para los usuarios. El plan nómada -con un precio de lanzamiento de 10 euros- permite entrar y salir de todos los aparcamientos de la red con la única limitación de no aparcar la bicicleta más de cinco días seguidos porque como explica Pablo, la intención es no convertir el espacio "en un trastero". El plan tranqui es otra de las opciones dirigida a aquellos que prefieran tener una plaza fija en uno de los aparcamientos pero con más opciones. "Vives cerca de alguno de ellos y quieres asegurar todas las noches tu plaza pero al mismo tiempo quieres disfrutar del resto de espacios", detalla sobre esta modalidad. Y la tercera alternativa consiste en el pago por uso o tiempo. A partir de febrero, Don Cicleto pondrá en marcha una aplicación móvil que permitirá reservar la plaza, consultar si está ocupada y realizar el pago.
Otro de los ejes fundamentales de esta novedosa red de aparcamientos es conseguir cambiar la mentalidad en las empresas madrileñas. A través de talleres puntuales, programas permanentes y flota de empresa, Don Cicleto intenta dar respuesta a la movilidad en los centros de trabajo fomentando el uso de la bicicleta. "Las vías de acceso cada vez más congestionadas, menos disponibilidad para aparcar, restricciones mediambientales y los nuevos hábitos de movilidad" son algunas de las razones, explica, que están llevando a muchos negocios o empresas a modificar su manera de desplazarse por la ciudad y en este cambio, la bicicleta se convierte en protagonista.
Entre los planes futuros más inmediatos figura abrir tres aparcamientos más para bicis: en el intercambiador de Plaza castilla, Atocha y en puente de Vallecas. Y fuera de Madrid, el proyecto tiene previsto extenderse a ciudades como Barcelona y Zaragoza, donde ya están teniendo las primeras reuniones con la gente del sector y el entorno ciclista.