Atlas de la ruina
27/07/2016@07:41:00
A Baltasar Santos le debió de parecer en algún momento de sus veinte años como alcalde de Navalcarnero que, más de tres siglos después de la boda de Felipe IV, el pueblo merecía bordar un segundo gran nombre en su memoria. El suyo. Quizás por eso, excavó el subsuelo de la mejor plaza castellana para construir un cavernoso parque temático, compró un palacio de cristal, levantó barrios en la nada, sembró cruceiros y convirtió la localidad en un museo de pilas bautismales de granito. La furia megalómana terminó con una deuda para un siglo y él desaparecido. Madridiario inicia así una serie de reportajes que recorrerá los municipios más arruinados de la región, un atlas colmado de excentricidades, pagarés sin fondos, alcaldes sin freno y generaciones que morirán sin conocer otra cosa que la crisis.