El sector del taxi, en huelga desde hace tres días en Madrid, ha ocupado este lunes el paseo de la Castellana como medida de presión y pasarán la noche allí.
Al igual que sus compañeros de Barcelona, los taxistas madrileños llevarán la huelga al siguiente nivel: pasarán la noche en la Castellana al igual que los barceloneses lo harán en la Gran Vía. Todo parte desde la mañana de este lunes, cuando los conductores han bloqueado ocho carriles de esta vía en demanda de medidas que regulen y limiten el reparto de licencias de vehículos VTC de Uber y Cabify.
Los principales reclamos que exigen a Fomento son la limitación a una licencia de VTC por cada 30 taxis, transferir a las Comunidades Autónomas estas competencias, cambios normativos en las leyes y en el Reglamento de Transportes y el compromiso de no poner en marcha nuevas autorizaciones VTC hasta la reunión de la Conferencia Nacional del Transporte, prevista para el miércoles 1 de agosto.
Todas esas propuestas se han tratado en la reunión que han mantenido con el secretario de Estado de Transportes, Pedro Saura, donde han salido con la idea de continuar con las movilizaciones que comenzaron hace tres días.
En dicho encuentro, Fomento les ha ofrecido varías medidas que los taxistas han considerado "insuficientes y poco concretas".
"No desconvocamos nada, la huelga se mantiene", declaró por su parte el presidente de Fedetaxi, Miguel Ángel Leal.
En este sentido, pese al “buen tono” de Fomento, han señalado que el problema reside en la falta de concreción de las medidas propuestas y las eventuales dificultades para llevarlas a la práctica.
Entre ellas apuntan a la posible falta de apoyos parlamentarios del Gobierno en el Congreso para sacar adelante el Real Decreto Ley que se comprometen a aprobar en Consejo de Ministros en 14 de septiembre con el fin de garantizar la proporción que fija la ley entre los dos sectores.
El sector no ha alcanzado un acuerdo a pesar de que Fomento se ha comprometido también a realizar en el Consejo de Ministros de este viernes una declaración en la que se compromete a solventar el problema e incluso se ha abierto a analizar la posibilidad de que los ayuntamientos puedan otorgar licencias urbanas al VTC.
La sentada ante el Congreso, el germen
La acampada de esta noche recuerda a aquel 29 de noviembre, cuando se produjo una gran manifestación de taxistas que terminó con la amenaza de huelga indefinida y una sentada ante el Congreso de los Diputados.
Esos animos, en cambio, fueron calmados por el gobierno de Rajoy, que prometió ponerse del don de los distas.