Carme Forcadell no volverá a ser presidenta del Parlament. La que fuera máxima dirigente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) está en libertad provisional a espera de juicio por rebelión y sedición al admitir el debate que dio lugar a la posterior votación para declarar la independencia de Cataluña, aunque fuera de manera simbólica, como se argumentó posteriormente en los tribunales. Forcadell ha explicado su decisión en una rueda de prensa celebrada este mediodía.
De hecho, Forcadell pasó una noche en prisión tras declarar en el Tribunal Supremo y explicarle al juez que la proclamación de independencia del 27 de octubre fue sólo un gesto "simbólico". Pagó una fianza de 150.000 euros para que el juez Pablo Llarena le permitiera volver a su casa. Además, para convencerle, insistió en que nunca más dejaría de acatar la legalidad, reconociendo que no fueron legales las actuaciones que realizó como presidenta de una Cámara autonómica que permitió debatir la secesión.
A su salida de la prisión de Alcalá Meco, dijo en su cuenta oficial en Twitter: "Vuelvo a casa. Con la conciencia tranquila de haber actuado correctamente: garantizar la libertad de expresión del Parlament, sede de la soberanía nacional".
Forcadell y otros compañeros de la Mesa del Parlament -
Lluís Maria Corominas, Lluís Guinó y Ramona Barrufet y Anna Simó- se enfrentan a los delitos de sedición, rebelión y malversación de fondos públicos. La que fuera presidenta de la ANC tuvo que reconocer que el 'procés' ha sido poco más que una farsa:
la declaración de independencia fue, para ella, un gesto de "carácter simbólico".