El resultado de las elecciones catalanas, las del 155 y la DUI, ha sido el tema central de conversación en los pasillos de la Asamblea de Madrid, que este viernes aprueba los Presupuestos de 2018. La portavoz de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta, ha dado la "enhorabuena" a los votantes por demostrar "madurez" al "enviar al PP al lugar que le corresponde: el último".
La diputada ha celebrado así que los populares, que se han hundido al lograr solo tres escaños en el Parlament, se hayan convertido en esa comunidad en "una fuerza marginal". "El autoritarismo y la represión no son la solución", ha dicho.
"Mariano Rajoy tiene que entender que hay dos millones de personas independentistas", así que, ha indicado, "no valen las mismas fórmulas antiguas". Ruiz-Huerta ha reconocido, eso sí, que le hubiese gustado que Catalunya En Comú-Podem hubiera tenido una noche electoral "mejor".
La parte buena del PP
Más categórico ha sido el portavoz popular, Enrique Ossorio, quien ha calificado de "mal resultado" lo escasísimo cosechado por su compañero Xavier García Albiol.
Así, Ossorio ha tenido que conformarse con "la parte buena" del escrutinio: que los independentistas "no llegan al 50 por ciento", la "bajada de la CUP y Podemos (dos partidos hermanos, radicales y antisistema)" y que "ha ganado un partido no nacionalista por primera vez".
Orgullo y prudencia en Cs
El líder de los aludidos, Ciudadanos (Cs) ha combinado "orgullo" con prudencia en su valoración de las catalanas. Ignacio Aguado ha asegurado que la victoria de Inés Arrimadas, histórica aunque insuficiente para cortarle el paso al independentismo, "refleja una voluntad de cambio real" y el final de "un relato de Cataluña como una realidad monolítica".
Con las cuentas imposibles de cuadrar para el bloque constitucionalista, Aguado ha aprovechado para "lanzar un mensaje de tranquilidad".
Los socialistas, tocados ante un resultado que no les da ningún poder de influencia, han reclamado no cometer "los mismos errores" y "aglutinar fuerzas" ante una situación "compleja", según ha manifestado su portavoz, Ángel Gabilondo, antes de entrar al Pleno. "Es el tiempo de la política", ha defendido.