Una de las integrantes de ese equipo, Mar Celdrán, profesora de Agroquímica y bioquímica de esa universidad, estuvo en “Vivir viajar”
“En general, en toda la costa mediterránea hay playas donde son habituales los sedimentos de color negro y olor pestilente y ante la demanda de muchos de los turistas que visitan esas playas intentamos buscar una solución.
Este es un problema medioambiental y poco saludable y llevamos un año haciendo estudios a nivel de laboratorio a pequeña escala. Un tratamiento inocuo para el medio ambiente.
Y ahora ya hemos empezado a hacer estudios en playas. Concretamente en las de la costa de Denia. Intentamos que este tratamiento sea rentable para que los ayuntamientos lo puedan poner en práctica.
Estas playas de Denia están muy próximas a zonas de construcción de grandes espigones, lo que reduce el oleaje y ello provoca que se cree un fango, que por la falta de oxígeno deja ese mal olor.
Nuestra idea es mejorar estos sustratos, para que se vayan degradando las materias orgánicas y una vez que comprobemos que es efectivo intentaremos que sea viable económicamente”