Recurrimos entonces a la fuente de la Consejería de Sanidad, a sabiendas que en periodo estival siempre se optimiza el número de camas funcionantes por la lógica disminución de la actividad quirúrgica y asistencial. La respuesta que encontramos no varía de manera sustancial respecto de otros años: “En la comunidad de Madrid más del 80 por ciento de las camas hospitalarias permanecen funcionantes en verano y el resto disponibles. Para la Consejería de Sanidad no es por tanto real hablar de camas cerradas o que se cierren, sino de “optimización de esa cifra de camas funcionantes según la demanda de pacientes”.
Una demanda a la baja que viene avalada por al menos cinco causas determinantes:
- Reducción de población. Históricamente la época estival supone una importante reducción de la población madrileña con la consiguiente reducción de la demanda asistencial. Aunque esta reducción no es tan grande como hace décadas lo cierto es que aún sigue siendo importante.
- Reducción de la actividad quirúrgica fundamentalmente por la ausencia por vacaciones de personal “no sustituible o de muy difícil sustitución” como pueden ser cirujanos y anestesistas.
- Reducción de la actividad quirúrgica de patologías no graves por elección de los pacientes que rechazan las fechas vacacionales bien por razones personales bien por razones de conciliación con el periodo vacacional de sus hijos a cargo
- Reducción de ingresos por patologías de carácter infeccioso que a pesar del incremento de patologías descompensadas en pacientes crónicos por efecto del intenso calor el balance es de menor presión asistencial.
- Necesidad de acometer obras de mejora y labores de mantenimiento en los hospitales que aconsejan hacerse sin presencia de pacientes hospitalizados y en otras épocas no sería posible realizar.
La optimización de camas durante el periodo estival que permite un correcto funcionamiento y existe suficiente capacidad de respuesta ante cualquier eventualidad. Más del 80% de las camas están operativas y, en todo caso, las camas no desaparecen y si se necesitan están ahí para usar.
En Sanidad una gestión responsable pasa también por adecuar la oferta a la demanda real, incluida la reorganización asistencial estival pero que obligatoriamente ha de cumplir criterios de calidad y seguridad. Y es que no sería de recibo improvisar en materia de salud, y quizá por ello, esta reordenación de camas en los distintos centros hospitalarios de la Comunidad de Madrid forma parte de un proceso de reorganización de la asistencia sanitaria que se efectúa desde hace décadas y nos hace reabrir el debate sobre optimización o cierre de camas hospitalarias en verano año tras año.