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Bebés aprendiendo a cocinar
Bebés aprendiendo a cocinar

Bebés cocineros en los colegios

Por MDO
martes 24 de septiembre de 2013, 16:30h

Cocinar exquisitas recetas como trabajo de clase no solo conlleva beneficios culinarios para el estómago de los que luego se las comen. También puede significar una iniciación a la alimentación saludable, la estimulación de los sentidos y la mejora de movimientos que luego van a ser fundamentales para aprender a escribir. Objetivos que se logran a la perfección, con la curiosa actividad gastronómica puesta en marcha en Eurocolegio Casvi entre sus alumnos más pequeños.

Según estudios recientes realizados por sociedades científicas como la Asociación Española de Pediatría (AEP) o la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), el 40 por ciento de la población infantil y juvenil tiene un peso superior a lo aconsejado. En ellos se constata la tendencia al alza en la última década de los índices de obesidad en la población con edades comprendidas entre los 2 y los 25 años.

La adquisición de hábitos alimenticios erróneos durante el periodo infantil y juvenil es una de las principales causas de estos preocupantes índices. Por ello es tan importante que se inculque entre los más pequeños, desde su primer año de vida, el que una dieta equilibrada, variada y sana es lo principal para su salud. Para conseguir este objetivo entre niños de tan corta edad, el Eurocolegio Casvi realiza actividades destinadas a este fin con sus alumnos de 1 y 2 años, una parte más de su completo programa de estimulación con el que se busca, siempre, estimular los sentidos. "Los niños aprenden probando, haciendo, sobre todo viviendo las cosas, y en la cocina no iba a ser diferente", comenta Sandra Cubillo, una de sus profesoras.

Así que docentes y alumnos de 1er Ciclo de Infantil (1-2 años), se han puesto ya el delantal y el gorro de cocineros y han sido varias las recetas que, tanto en el aula como en sus propios hogares, han hecho realidad: galletas, sabrosos zumos de rica fruta natural o batidos. En definitiva, una actividad que ha encantado a los más pequeños y que no solo ha servido para estimularles los sentidos. "Se trabaja la pinza fina, la coordinación viso-manual, y todos los movimientos que ellos van haciendo para luego llegar a la escritura. Pero lo más importante, el manipular los ingredientes, elaborarlos y luego comerlos les ayuda a iniciarse en una alimentación variada y sana porque desde pequeños han ido probando cosas que, de no ser así, luego de mayores tienden a rechazar", comenta de nuevo Sandra Cubillo. Y es que, al sentirlo todo como un juego, "interiorizan que comer es divertido, aunque sepan que no se juega comiendo, que es diferente".

Otra cuestión que se trabaja con esta actividad es la relación con los padres. Hacer cosas divertidas con ellos, sin duda, les une entre sí. "Muchas veces les ven pequeños y no se les ocurre que puedan ayudarles en la cocina, aunque sea solo para echar la harina. Pero, cualquier detalle que les permitan, sirve para estimularles y así, cuando sean mayores, les guste cocinar". De ahí que se recomiende que se convierta la elaboración de recetas sencillas que permita la implicación de los pequeños en práctica habitual en sus casas. "La cocina, dentro de unos límites, no puede ser un territorio vedado para ellos".

Además de aprender y familiarizarse con los alimentos saludables, quizás esta pequeña cocina del Eurocolegio Casvi sea una cantera de grandes cocineros.

Más información:

Aprender con los sentidos

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