El cadáver, perteneciente a una persona fallecida en la habitación 102, se encontraba en un cofre metálico y envuelto en una sábana blanca del mismo hospital, a menos de un metro, se situaba una carretilla llena de cartones y un cubo de pintura.
"Nada justifica que esté en una sala sin las mínimas medidas", criticó un forense. "Pueden estar guardados en salas sin refrigeración cuando es durante pocas horas", argumentó otro, aunque rechazó que pudiera estar junto a escombros de obras.
Una portavoz de la Consejería de Sanidad ha desmentido que el cadáver estuviera en la mencionada estancia, no obstante, el citado diario de tirada nacional atestigua, con foto, que el cadáver se hallaba en el lugar junto a los escombros.