Madrid se ha quedado sin recursos para paliar la crisis de refugiados que vive desde hace semanas. En la actualidad, las 1.098 plazas con las que cuenta para acoger a los ‘sin hogar’ están copadas y la campaña del frío (150 plazas), que históricamente comienza a finales de noviembre, se abrió hace unas semanas y se llenó en tres días.
Por eso, y ante el hecho de que el flujo de migrantes no descienda hasta por lo menos seis meses según los cálculos municipales, el Ayuntamiento mira más allá y ha visto en la 'España vaciada' una posible solución. Al menos, es en la que más trabaja el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, competente en la materia.
“El Ministerio, que creo que está en esa clave, los puede llevar a zonas especialmente despobladas”, ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno de este jueves el delegado del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte. Es más, ha asegurado que estos migrantes “pueden hacer una gran labor social” allí.
Eso sí, esa solución no será inmediata, pues lo primero es que deje de haber solicitantes de asilo durmiendo en la calle como ha pasado en los últimos días. Fue el pasado jueves cuando los vecinos alertaron de que a las puertas del Samur Social, en el número 10 de la Carrera de San Francisco, se estaban agolpando decenas de migrantes para dormir allí. Familias con niños que, en su mayoría, son venezolanas o centroamericanas.
Ante esa situación “extrema”, el Ayuntamiento, que ya había denunciado en boca de la vicealcaldesa Begoña Villacís el colapso, pidió una reunión urgente con el Ministerio de Magdalena Valerio para que asumiese sus competencias. El encuentro tuvo lugar el pasado martes y, en él, el Consistorio se comprometió a ceder la gestión de un espacio municipal para que el Gobierno de Pedro Sánchez habilitase una solución de urgencia.
Sin embargo, a día de hoy todavía el Área de Aniorte aún no ha hecho pública su propuesta. El delegado se ha limitado a señalar que mañana se la trasladará al Ministerio y que serán varias ubicaciones con las que intenten paliar el déficit de plazas, que el concejal ha cifrado “entre 400 y 500”.