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Placa conmemorativa Casa Lucio
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Placa conmemorativa Casa Lucio (Foto: Chema Barroso)

Casa Lucio, un referente de la gastronomía madrileña: "Nunca he dejado de trabajar"

Casa Lucio, de aniversario

sábado 11 de febrero de 2023, 08:00h

A punto de cumplir 90 años, Lucio Blázquez (1933), icono de la ciudad de Madrid, abre las puertas de su casa a Madridiario. Referente de la gastronomía a nivel mundial, Casa Lucio (calle Cava Baja, 35) se ha convertido en parada imprescindible en las agendas culinarias de los madrileños y de los visitantes que viajan a la ciudad. Sus huevos estrellados han sido degustados por miles de paladares, hasta los más exigentes han sucumbido al sabor y textura que consigue este hostelero desde hace mucho años.

Natural de Serranillos (Ávila), casi no recuerda su lugar de origen cuando echa la vista atrás y es consciente de los años que lleva viviendo en Madrid. Con nueve años, su padre le mandó a la capital para que se labrara un futuro. Y lo consiguió. Comenzó su camino en lo que entonces se llamaba ‘Mesón El Segoviano’, una casa de comidas heredera, a su vez, de la antigua ‘Posada de San Pedro’. Allí empezó a trabajar en 1945 realizando recados, fregando o cualquier ‘faena’ que le mandasen. “Todo eso a cambio de una peseta al mes, más de lo que ganaba cuando empecé en el restaurante”, confiesa el propio Lucio recordando sus inicios.

“Pasado el tiempo, doña Petra, que era la dueña del negocio, como vio que a mi padre le gustaba tanto el sitio cuando ella lo dejó, le llamó y le dijo: Lucio, esto que a ti te gusta tanto, ¿lo quieres?”, cuenta María Blázquez, la hija mayor del tabernero. “Entonces ahí empezó, el 4 de noviembre de 1974”, añade. Lucio compró el negocio para abrir las puertas de lo que después se ha convertido en su casa durante 50 años: ’Casa Lucio’.

"He cumplido mi sueño y he disfrutado mucho"

Un local que se ha ganado, con el paso de los años, una enorme fama hasta convertirse en uno de los mayores exponentes de la restauración de Madrid y al que ha dedicado su vida. “Vengo aquí todos los días”, señala el hostelero, que confiesa no fallar ningún día de la semana. Cada día, al mediodía, llega al restaurante y se sienta en la segunda mesa, pegado a la esquina. Come, se hace fotos con sus clientes y antes de la hora de la cena, Lucio regresa a casa. Además, admite que la única afición de la que disfruta es “tener cuidado de su negocio. Con esto he cumplido mi sueño y he disfrutado mucho viviendo de la hostería”.

Un empresario que solo tiene ojos para su negocio, hasta el punto de cuidarlo como si fuera un hijo. “A mi padre lo llevas de vacaciones cuatro días y ya quiere volver. Siempre dice que donde está feliz es en su casa, aquí en ‘Casa Lucio’”, cuenta su María Blázquez. “Yo creo que es su cuarto hijo”, cuenta entre risas.

“Nunca se aburre en el restaurante, a veces incluso nos echa la bronca y nos dice que no nos vamos a fijar como él en las cosas”, detalla la hija de Lucio. Aunque, reconoce, "no es muy maniático pese a echar alguna que otra bronca. Con su negocio es muy especial, por eso creo que es su cuarto hijo. Tiene que estar todo perfecto”.

El hijo y la hija de Lucio (Foto: Chema Barroso)¿El secreto de su restaurante? “Trabajar y ser simpático. Nunca dejar de trabajar. Que te acuestes por la noche pensando lo que tienes que hacer por la mañana”, explica el abulense. ‘Casa Lucio’ es el resultado de la pasión por la cocina y del ánimo por crear un punto de encuentro para todo aquel que quiera sentirse en casa.

De generación en generación

Al frente de la gestión del restaurante se encuentran sus tres hijos: María, Fernando y Javier. A pesar de estudiar la carrera de Derecho, terminaron decantándose por el negocio familiar emprendido por su padre. “Estudié esa carrera pero el vivir el día a día con un negocio, porque al final acabas conviviendo casi todas las horas del día desde que eres pequeño, me hizo decidirme por esto”, explica María.

La hija de Lucio, en un momento de la entrevista (Foto: Chema Barroso)

“Poco a poco empecé cogiéndole los papeles a mi padre, las escrituras, cosas que eran propias del Derecho. Luego se va uno metiendo en cualquier aspecto de esto y acabas aquí. Además, del cariño”, comenta. Según la hija mayor de Lucio, cuando era pequeña y pasaba las tardes en el restaurante “había clientes que nos decían que no pensásemos en hacer otra cosa, que este restaurante no se podía dejar de la mano de Dios”. Y finalmente, así fue: “Para mi ‘Casa Lucio’ es mi vida. Casi hemos nacido en fogones, lo hemos vivido desde muy pequeños”.

"Casi hemos vivido entre fogones"

Por otro lado, María afirma que en el restaurante ha descubierto cosas increíbles que en otros negocios no se hubiese dado. “Trabajando he descubierto la cantidad de gente maravillosa que conoces aquí, es increíble. Hay mucha gente que repite y también vienen políticos, actores, gente con la que hablas de muchas cosas que en otros negocios ni soñando te encuentras esa situación”.

También recuerda algunas de las visitas que más ilusión le hizo: Sean Connery y George Clooney. “Sean Connery era muy grande y me quedé impactada, simpatiquísimo. George Clooney firmó autógrafos a casi todas las clientas que estaban aquí”.

El “truco” de los famosos huevos rotos

Su castizo restaurante se ha convertido en un punto de encuentro que ha traspasado fronteras. Son muchos los que se acercan hasta Casa Lucio. Victoria Beckham, Tom Cruise, Julio Iglesias, Christian Louboutin o Pierce Brosnanson son algunas de las estrellas de fama mundial que han hecho un hueco en sus agendas para no perderse la cocina de toda la vida, la simpatía de Lucio y sus famosos huevos rotos, que han colocado a este 'mítico' restaurante en el mapa gastronómico madrileño.

“Los huevos rotos son famosos porque están buenísimos”, asegura María. “Siempre pienso que cuando mi padre sacó el plato, que sería al poco tiempo de abrir ‘Casa Lucio’, era una época que nadie salía a un restaurante a comer huevos, los comía en casa, pero él estuvo ahí con este plato desde el principio hasta hacerlo un icono del restaurante”, explicaba.

"Están elaborados con los productos más sencillos"

María nos hace partícipes del secreto que acompaña este manjar: “Tener hambre y ponerle cariño en la cocina”. Una receta "sencilla" pero cuya clave se encuentra en la calidad de las materias primas.

Según cuenta Sergio, cocinero de ‘Casa Lucio’ durante ocho años: “Las patatas no tienen que estar del todo fritas sino más bien ‘pochaditas’ para que luego empape el jugo del huevo. Al igual que el huevo, que no es un huevo frito porque no dejaríamos nada de jugo”, explica. Aunque los huevos estrellados sean el plato más famoso, la carta también ofrece otras delicias que merecen ser degustadas. “Los callos, la carne o el arroz con leche son platos que se han mantenido desde que abrió y también están buenísimos”.

Homenaje a “un icono de Madrid”

Tras obtener algunos reconocimientos como la Medalla de Oro del trabajo en 2020, con la que adquirió el tratamiento de Excelentísimo, y un sinfín de galardones de hostelería, el pasado martes, la Cava Baja, su barrio, le ofreció un homenaje especial. Un acto organizado por la Asociación de Empresarios de La Latina (Adela) al que acudieron representantes del Ayuntamiento de Madrid, numerosos hosteleros y vecinos, así como algunos de los grandes y más reconocidos chefs madrileños (Alberto Chicote, Paco Roncero, Mario Sandoval, Pepa Muñoz).

El alcalde de Madrid y Lucio descubren la placa homenaje (Foto: Chema Barroso)

El alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, aseguró que Lucio es “un icono y un emblema de la ciudad de Madrid” que encarna todas las virtudes de un madrileño “como tantos que vienen a conseguir sus sueños en esta ciudad, porque no nació en Madrid. Todo ello le convierte, subrayó el alcalde, en “el kilómetro cero de la gastronomía en Madrid”.

Por otro lado, ocho restaurantes de la Cava Baja reinterpretarán sus famosos huevos rotos. Cada local ha elaborado su propia receta de este conocido plato, que estará disponible para los clientes del 10 al 19 de febrero bajo la referencia ‘Homenaje a Lucio’ y que se podrá disfrutar junto a dos tercios de Mahou (cuyo precio está por determinar por cada restaurante).

‘Casa Lucio’ es uno más de los 50 bares que se encuentran en la Cava Baja, el paseo de 300 metros más castizo de la capital y con algunas de sus casas de comidas más antiguas. Una calle con una tradición gastronómica que se remonta al siglo XVI, cuando empezó a poblarse de tabernas y posadas y se convirtió en punto de concentración de madrileños y turistas de todo el mundo.

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