La agenda institucional de la presidenta de la Comunidad de Madrid de los últimos 35 días ha tenido sabor municipal. Brunete, Cenicientos, Cadalso de los Vidrios o Villamantilla han sido algunas de las nueve localidades que han movido el interés de Isabel Díaz Ayuso. Las visitas a estos pequeños núcleos urbanos se han convertido en citas habituales, llegando al punto de concentrar hasta dos en una sola jornada. Según fuentes cercanas a su equipo, esto es una “marca de la casa” que lleva practicando desde que alcanzó la jefatura del Ejecutivo regional y, aunque reconocen un incremento de este interés por lo local, no lo relacionan ni con la superación de la crisis interna del partido, ni con la cercanía del congreso regional del Partido Popular de Madrid.
“La presidenta ha visitado una docena de pueblos que ningún otro presidente regional había visitado antes”. Este es uno de los argumentos que aportan desde la Puerta del Sol para explicar que el aumento de las visitas no es ninguna novedad ni responde a otros intereses. Sin embargo, es imposible obviar dos elementos muy importantes, uno del pasado reciente y otro del futuro próximo: la superación de la crisis interna del Partido Popular que expulsó a Casado y el del congreso regional en el que Díaz Ayuso pretende ser elegida presidenta.
En este contexto se han producido las visitas y los encuentros con alcaldes en los últimas cinco semanas. Brunete, Cenicientos, Cadalso de los Vidrios, Tielmes o Valdilecha son algunos de los pueblos que ha pisado la madrileña en actos oficiales; en cuanto a los encuentros con alcaldes sin acercarse a sus términos municipales, ha tenido reuniones con los regidores de Torrejón de Ardoz, de Villaconejos y de San Lorenzo de El Escorial. Un hecho llamativo es que de todos estos ayuntamientos, solo dos -el de Brunete y el de Cenicientos- no están gobernados por el Partido Popular. Fuentes cercanas insisten en que estas visitas se deben a una decisión personal de la propia Díaz Ayuso y de su interés por la realidad municipal, aunque no niegan la evidencia: esta agenda local se ha intensificado a un mes del congreso del PP de Madrid.

Entre la crisis y el congreso
El trauma que supuso la caída de la cúpula del partido a raíz de la presunta trama de espionaje contra la jefa del Ejecutivo madrileño por la vinculación laboral de su hermano con Priviet Sportive -y su contrato con la Administración regional-, dejó en shock político a la formación. Durante los primeros días del enfrentamiento, el dilema de apoyar a Pablo Casado o Díaz Ayuso comprometió tanto a cargos populares como a los propios militantes. La significación pública generó tensiones hacia dentro y hacia fuera, cuestión que sirvió de munición no solo para la oposición. Dos meses después de la batalla, con las heridas aún cicatrizando pero estrenando un período de estabilidad gracias al recién llegado Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de Madrid ha decidido intensificar su presencia territorial y sus encuentros con distintos equipos de gobierno del Partido Popular, en su mayoría de municipios pequeños.
“Esto es habitual, no se intensifica por la crisis”
El segundo gran elemento que puede relacionarse con esta agenda local de la presidenta es el congreso del Partido Popular de Madrid que se celebrará el próximo 20 y 21 de mayo. De hecho, el proceso de primarias ya se ha iniciado y lo previsto es que la madrileña obtenga unos resultados que la coloquen sin problemas en la cúpula de la organización madrileña. Este trono al que con seguridad llegará Díaz Ayuso en tres semanas fue uno de los principales escollos entre ella y la anterior dirección nacional. Tras la salida de Cristina Cifuentes en 2018, el timón del PP de Madrid ha estado en manos de Pío García Escudero y tanto la madrileña como su entorno venían reclamando la celebración de un congreso para iniciar un nuevo periodo. Una vez desbloqueado el proceso de representación después de la mayor crisis del partido, es posible entender este interés municipal de la presidenta en un contexto de campaña interna, de llamar a filas y de evaluación de efectivos.
Según fuentes cercanas, Isabel Díaz Ayuso “conocía bien” la región y sus municipios mucho antes de llegar a la Puerta del Sol por sus años de trabajo previos en el equipo de comunicación de la formación. Aseguran que su vocación municipalista como jefa del Ejecutivo existe desde 2019, cuando comenzó a gobernar, y que durante estos años han sido comunes las visitas institucionales a muchas localidades. “Esto es habitual, no se intensifica por la crisis”, reiteran estas fuentes que tampoco niegan la evidencia de que en tres semanas se celebra el congreso del PP de Madrid.

El ambiente festivo que genera Ayuso
En la mayoría de ocasiones en las que la presidenta de Madrid ha visitado estos pequeños núcleos urbanos, la recepción que se ha encontrado por parte de los vecinos ha sido cálida y efusiva. Durante estas visitas siempre ha encontrado el hueco para pasear por el centro de estos pueblos y relacionarse con sus habitantes, con los que suele compartir fotografías y algunas palabras. Este acompañamiento en muchas ocasiones también se ve reflejado en los actos institucionales en sí. En muchos casos, después de reunirse con los alcaldes y los equipos de gobierno municipales, Díaz Ayuso acostumbra a intervenir desde un pequeño atril que se dispone en la vía pública, a la vista de todos. En esos momentos, el apoyo de la gente también se manifiesta en forma de vívidos aplausos y de vítores por sus palabras, su gestión y su presencia. A veces, incluso alguna pregunta sobre algún tema incómodo de actualidad ha levantado algún abucheo y alguna palabra de desaprobación por parte del público. “Uno de los objetivos de estas visitas es trasladar la ilusión del 4 de Mayo de 2021 a toda la región”, explican fuentes cercanas. Una visión que no comparte la oposición.
"Una suerte de nacionalismo castizo"
“Díaz Ayuso vuelve a confundir su papel institucional con su papel político”, sostiene Diego Cruz, diputado y secretario de política municipal y autonómica del Partido Socialista de Madrid. Se refiere este político veterano al hecho de que cuando la presidenta realiza este tipo de visitas y se reúne con los alcaldes no invita a la totalidad de la corporación municipal. Es decir, deja fuera de estos encuentros a los concejales del resto de formaciones políticas. “El municipalismo no es una prioridad para el Partido Popular”, dice Cruz mientras señala que existen necesidades importantes en una mayoría de municipios que no se están cubriendo. Lamenta aquí la lentitud de la tramitación de ciertas partidas incluidas en el Plan de Inversión Regional: “Tenemos actuaciones pendientes del PIR de hace siete años”.
Un ejemplo que pone este socialista es la visita que realizó Díaz Ayuso al pueblo de Villamantilla, el pasado 25 de abril. Aquel día, el motivo del acto fue una oficina móvil de una entidad bancaria, que presta servicio financiero a los vecinos ya que no existen sucursales en esta localidad. “La presidenta visitó este municipio presentando como novedad un autobús bancario, un servicio que ya existía y que daba otra entidad. Esto no es serio”, expone este diputado, que entiende esta agenda local de la presidenta como una cuestión de partido.
"Pretende ser la baronesa del PP"
Sobre el indiscutible fervor que despierta Isabel Díaz Ayuso en casi todas sus visitas, Cruz asegura que “busca aparecer como lo que no es, como una líder capaz y querida”. Para este socialista, la madrileña pretende conseguir una imagen de “seguidismo” popular, algo que le recuerda a la forma de hacer política de líderes independentistas catalanes, “como Puigdemont y compañía”, en una suerte de “nacionalismo castizo, o casposo”.
Una comunicación de “extrema derecha populista”, dice Más Madrid
“Ayuso hace una lectura clara después de la crisis del PP: pretende ser la baronesa del partido”, define sin ambages el diputado y senador de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyá. Sobre la etapa de transición que viven los populares respecto a la renovación del liderazgo nacional en la figura de alberto Núñez Feijóo, sostiene este diputado que la presidenta de la Comunidad de Madrid pretende “resolver el enganche territorial”. Se refiere aquí a las lealtades generadas en las agrupaciones municipales del partido con la dirección de Pablo Casado y de Teodoro García Egea; lealtades de las que, opina, no gozaba ni Díaz Ayuso ni su equipo.
Para Gómez Perpinyá, existe otro elemento clave en el análisis de la estrategia política de la jefa del Ejecutivo madrileño: la voluntad de confrontar contra el presidente del Gobierno de la Nación. “Madrid hace ya tiempo que no es más que un pretexto para medrar en la política nacional”, expone. En esta línea, destaca este diputado el tipo de comunicación que cree que ejerce Díaz Ayuso tanto en las visitas que ha venido realizando a pequeños municipios, como en el resto de su agenda: “el empujón de Miguel Ángel Rodríguez a una periodista de La Sexta no es un hecho aislado, creo que denota una posición clara respecto a la prensa”.