El colectivo de Manteros y Lateros de Madrid se ha concentrado esta mañana ante sus vecinos del barrio de Lavapiés en la plaza de Nelson Mandela para denunciar la violencia y persecución policial que sufren. La protesta tiene lugar solo unas horas después de la muerte de Mbaye Ndiaye, mantero de 35 años de edad que residía desde hace 15 en el barrio del sur de Madrid.
A pesar de que existe una investigación abierta, el Ayuntamiento ha negado a última hora de la mañana que el fallecimiento se produjera con motivo de una interevención policial. Con todo, la concentración celebrada durante la mañana ha servido para reunir a decenas de vecinos, que han arropado la convocatoria y han saltado en defensa de la igualdad y la integración de un barrio que vive en comunidad y que clama contra la Ley de Extranjería.
"No somos esclavos, esto es el siglo XXI. Somos iguales", repite varias veces 'Mama África', vecina conocida del barrio que ha tomado esta mañana la iniciativa ante las cámaras. "Llevo 25 años aquí, mis hijos han nacido aquí, pero nunca nos dan la nacionaldidad", continua la mujer, natural de Senegal, como la gran mayoría de los residentes en el barrio. Cuenta, junto a las demás mujeres, que tiene miedo de sacar a sus hijos a la calle porque "no se merecen vivir así, ser rechazados por los colegios o institutos". 'Mama África' comenta con otra vecina que "los padres no queremos ser españoles, pero sus hijos sí, ellos creen que lo son. Es triste".
A escasos metros, en la propia plaza de Lavapiés, José Luis Martínez Almeida (PP) y Begoña Villacís (Cs) acudían a observar los desperfectos y declaraban que "lamentan la muerte del mantero", pero resaltan la labor de las Fuerzas de Seguridad: "Los policías de Madrid estuvieron trabajando hasta las 2 de la mañana, les tiraban de todo... No recibieron ningún gesto de apoyo", ha explicado Villacís. Las declaraciones han contrastado con la versión de los vecinos y colectivos que minutos más tarde producían altercados tras la llegada del cónsul senegalés.
Buena convivencia
A propósito de los disturbios acontecidos anoche en la calle Oso y la propia plaza de Lavapiés, los vecinos presentes aseguran que conviven todos en armonía y explican que muchos de los actos vandálicos fueron provocados por gente ajena al barrio "con ánimo de apoyar al colectivo débil, pero en realidad les hicieron un flaco favor", explica Alejandro Flórez, responsable del periódico del barrio NHU Lavapiés, Latina y Embajadores.
La indignación era palpable esta mañana entre los vecinos y los miembros del colectivo de Manteros y Lateros, que critican que la policía negó la asistenca y socorro de Mbaye por parte de los vecinos y que permaneció tendido en el suelo hasta que llegó el Samur. "Una vecina musulmana intentó realizarle el masaje cardíaco, pero se le ordenó que se apartase" añade Pilar López, vecina del barrio y profesora jubilada. Por sus aulas han pasado muchos de esos chicos que ahora se dedican a la venta ambulante porque "no obtienen los papeles".
"Necesitamos a los inmigrantes, ellos nos ayudan. ¿Quién nos va a pagar las pensiones del futuro?", denuncia Pilar, que junto a más vecinos, reclama que la denuncia debería ir dirigida a la Ley de Extranjería.
Tanto el Movimiento contra la Intolerancia, como el colectivo de Manteros y Lateros de Madrid, han convocado otra concentración para esta misma tarde a las 18 horas desde la propia plaza de Nelson Mandela.