La consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras y a la sazón presidenta del PP de Centro, Rosalía Gonzalo, reprocha al Ayuntamiento la gestión de la venta ambulante y censura los "insultos" vividos durante el pregón de las fiestas de Lavapiés.
Si Madrid es la joya de la corona en términos políticos, el distrito Centro es su piedra preciosa más valiosa. La consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Rosalía Gonzalo, preside el PP en esta demarcación, que celebra hoy la Paloma, con la venta ambulante en el ojo del huracán.
Sin entrar en la polémica sobre si hay más o menos vendedores, Gonzalo critica el pregón del programa popular de las fiestas de Lavapiés. "No estuvo en la línea de lo que es la convivencia y eso es algo que tenemos que reprochar", indica en una entrevista que Madridiario publicará en los próximos días.
El pasado sábado, el pregón corrió a cargo de la actriz Rossy de Palma y de Serigne Mbaye, miembro del Sindicato de manteros y lateros, quien aprovechó su intervención para protestar en nombre de quienes sufren "perseguidos por la Policía por buscar su vida" así como de "cualquier persona discriminada por el racismo institucional maquillado en este sistema de segregación”. Un "insulto" para populares y para los sindicatos CPPM y CSIT-UP.
A juicio de Gonzalo, Centro es un distrito caracterizado por la presencia de "familias de mucha tradición" en un marco de "convivencia normalizada", pese a la "situación desgraciada" que "el Ayuntamiento no supo dirigir" tras la muerte del migrante senegalés Mame Mbaye en marzo, dedicado a la venta ambulante.
Así, sostiene que ahora "el Ayuntamiento se está equivocando" en la gestión de este fenómeno "desproporcionado" y al que "se le da un valor que no debería" con ejemplos como los del pregón. Por eso, defiende "a los comerciantes que respetan las normas y pagan sus impuestos". "Los vecinos están sorprendidos. Los responsables políticos tenemos que generar espacios en los que estemos todos, también en las fiestas", agrega.