Un nueva forma de ocio ocupa las agendas de los madrileños. Hablamos de los escapes rooms, que en los últimos años han puesto de moda los enigmas, candados y pistas escondidas. Cada vez más adeptos comparten nervios, emoción y adrenalina cuando se abren las puertas de unas salas, en ocasiones enigmáticas y en otras, terroríficas.
Risas nerviosas tras la explicación del game master -profesional que guía al jugador-. Y no es para menos: los players -jugadores-van a entrar en un búnker de la Guerra Fría con la misión de evitar que estalle la Tercera Guerra Mundial. Evitar una guerra y lo más importante: salir de la habitacióin en 60 minutos. La misión es complicada pero no imposible para los seis osados jugadores, caracterizados antes de entrar en la sala con trajes relacionados con la temática de la enigmática aventura. Cuando la puerta de la habitación de este local histórico de la calle Infantas se cierra, una innumerable lista de emociones se agolpan en cada uno de los participantes. Pero no hay tiempo que perder, así que comienzan a organizarse para resolver pistas, descifrar enigmas y conseguir las claves que le permitirá abrir de nuevo la puerta de la sala.
En este room escape, la emoción está servida desde el principio cuando los jugadores, al buscar la ubicación de esta sala, descubren que el escenario de juego se desarrolla en un enclave con mucha historia. Una ambientación que contribuye a involucrarse, todavía más, en el juego. "El espacio pone el punto diferenciador porque hay contextos que no se pueden conseguir de otra manera", asegura Sergio Moreno, responsable de Fox in a Box en Madrid. Sus juegos de escape crean ficciones contemporáneas hiladas que cuentan con un entorno real: las históricas bóvedas suterráneas de la calle Infantas. Son muchas las leyendas que se cuentan en torno a estos espacios subterráneos del barrio de Chueca, donde se vivieron momentos clave como el Motín de Esquilache o la Guerra Civil. Con un escenario así, ¿es más sencillo implicarse en el juego?. Según Sergio "ayuda mucho" aunque advierte que son necesarias otras herramientas para escapar victorioso de cada una de las seis salas que ofrecen -en la calle Infantas y en Santo Domingo-. "Se necesita trabajo en equipo y comunicación. La confianza es muy importante pero sobre todo la escucha activa y las ganas de comunicarse. Todo tiene una lógica aunque en estas salas se juega mucho con el despiste y la torpeza humana".
Este es solo un ejemplo de la treintena de juegos que convive en Madrid. Se trata de una forma de entrenimiento, los room escapes, que en poco tiempo han pasado a convertirse en un fenómeno de ocio que disfrutar cientos de personas. Aunque Barcelona sigue despuntando en número de salas y temáticas, en la capital el crecimiento ha sido imparable en los últimos años con enigmas sobre asesinatos, thrillers o aventuras. Desiré Olivares, propietaria de Parapark Madrid, una de las primeras empresas que nacieron en Madrid, recuerda que cuando abrieron en la capital, apenas existía furor por este tipo de ocio. "La genialidad de estos juegos es que se trata de un ocio activo que no tiene edad ni idiomas", explica bajo la experiencia de llevar cinco años dedicándose a los room escapes. Los participantes, añade, salen "eufóricos, con un subidón" cuando consiguen abrir la puerta que les hace salir victoriosos de la hazaña. Cada juego -ofrece dos: Experimento número 5 y Noveno pasaje- se desarrolla en un espacio distinto con una historia y ambiente diferente. Un mínimo de dos y un máximo de cinco personas pueden participar en estos retos y "entre todos se debe encontrar la salida mediante la resolución de acertijos, puzzles, adivinanzas y rompecabezas".
Este juego de escapismo se basa, apunta Desiré, en la "teoría de la felicidad del fluir". Su creador, Attila Gyurkovics ideó Parapark hace años en Budapest (Hungría), basándose en el libro 'Flow(Fluir), una psicología de la felicidad', de Mihalyi Csikszentmihalyi. Attila creó esta nueva manera de ocio diferente donde una pista lleva a la otra y "la satisfacción de superar los retos es lo que genera esa felicidad", confirma.
Alejandro Sánchez y su socia Laura Molero también se subieron al carro de los escapes hace un par de años con Enigma Exprés. Incondicionales de los juegos de lógica y observación, idearon los juegos cuidando mucho los detalles y evitando que los jugadores puedan sentir claustrofobia. Como en todos los juegos, "existe un botón de alarma" para poner fin al entretenimiento en cualquier momento y la conexión con el exterior es "permanente" a través de un walkie talkie. Además, estos dos jóvenes emprendedores han sido los primeros en poner en marcha un juego de escape portátil. "Llevamos la adrenalina donde el cliente nos pida", explica el ideólogo de estos escapes. Está destinado para grupos entre 15 y 120 personas en un mismo turno (480 personas en un mismo día) y en la misma ubicación -casas rurales, restaurantes o incluso al aire libre-.
Un escapismo en vivo que también sale a las calles de Madrid. Alejandro y Laura organizaron en el mes de abril el único Street Escape que se ha tenido lugar en la capital. 'Goya: La ruta del sordo' situó a 500 personas en el centro de Madrid y los embarcó en el año 1808, cuando está a punto de surgir el levantamiento de la ciudad frente a las tropas francesas que habían invadido España. Un viaje en el tiempo por las céntrica calles "con móvil en mano y resolviendo puzzles y acertijos mediante vídeo-enigmas". Esta idea, que en Japón se ha convertido en algo habitual, está previsto que se repita no tardando mucho en otra enigmática ubicación de Madrid.
Las nuevas tecnologías se metieron de lleno en The Rombo Code hace ya tiempo. "Eliminamos los candados y llaves para que los jugadores pongan en alerta todos sus sentidos", relata Diego Velasco, creador de los juegos y socio de la empresa. 'Tras el espejo' es una sala muy tecnológica en la que todos los sentidos deben estar alerta porque no se trata de una habitación habitual. Es una aventura que comienza desde que se formaliza la reserva para meterse en el papel y una sala de la tan solo sale el 27 por ciento de los participantes. "No hay que desanimarse. Es normal que de esta habitación consigan salir menos personas porque es algo diferente", confiesa Diego, a diferencia de sus otras salas de las que escapan el 55 por ciento.
El origen de esta vuelta de tuerca con los juegos más tecnológicos llevó a Diego y sus socios a poner también en marcha otro tipo de room escapes: los Rombates. El mismo juego se duplica en salas independientes para que puedan jugar grupos grandes. Comunicados a través de móviles que reciben los dos equipos, pueden competir para salir lo antes posible de cada habitación. Unos juegos que se basan en historias reales y documentadas como ocurre con el Misterio de Don Quijote. "No queremos solo escapar de prisiones y robar bancos. Buscábamos algo más cultural", añade su creador.
Atrapados en secuestros y funerales
Encapuchados y esposados. Así arranca 'El secuestro' un juego de escape que se sale de la norma. La participación de actores pone la nota teatral a la historia donde unos mercenarios retienen a un grupo de personas cuyo objetivo es escapar de una muerte en directo en un programa de televisión. Hasta 20 personas pueden sentir los nervios y la "sensación de huída" cuando los 'secuestradores' les interrumpen o aparecen a lo largo de los 60 minutos que dura el juego para entorpecer su salida. "Los actores interactúan y hablan con los jugadores para complicar más su huída", explica Ivan Esteban, responsable de este juego. La inteligencia, habilidades piscologicas, pensamiento lateral, la calma y el sigilo son las cualidades necesarias para sobrevivir a este secuestro.
Ataúdes, vampiros disecados y fotos terroríficas acompaña la entrada de La Caja del Terror, un espacio interactivo con una programación teatral exclusiva de terror y magia a lo largo de todo el año. Un terror que no solo se vive en el escenario porque en este espacio los escapes room también son los protagonistas. El objetivo sigue siendo escapar pero acompañado de una historia totalmente teatralizada y sin algunos de los elementos que caracterizan este tipo de juegos. "Las escenografías son abundantes e inmersivas. No hay candados que abrir, buscamos algo más de lógica en el infierno por lo que los jugadores no pueden tocar nada", relata el director de este espacio escénico. Raúl de Tomás creó este innovador formato del que forman parte guionistas, actores y especialistas en escenografía. "Son espectáculos guiados con actores profesionales que guían a los jugadores y les ayuda a resolver y negociar", añade.
La Criatura cuenta con una ambientación cinematográfica y está basado en el universo de Lovecraft. "El ingenio les salvará de convertirse en el alimento de una espeluznante criatura", advierte Raúl. Una criatura, que asegura, aparece en determinados momentos del pasaje consiguiendo hacer más creíble la terrorífica historia.
El Funerales otro de los escape room, casi cluedo, cien por cien teatralizado. Con un escenario de cine, los jugadores, que se reparten en equipos, se sumergen en un escalofriante funeral. Con la ayuda de una mediúm, el grupo que asiste al velatorio -de unas veinte personas- deberá descubrir quién cometió el crimen. Un escenario diferente en el que los participantes conseguirán reunir las pistas que les hagan pensar quien puede estar detrás de todo ello. "Una ficción del juego que les mete de lleno en la historia y siempre acompañados por los actores sin dejarte solo en ningún momento", explica Raúl de Tomás. Un escape en vivo en el que no faltarán los susurros y la cercanía del espíritu del anfitrión. "Es posible que se aparezca", desvelan desde la Caja del Terror dejando abierta la puerta a la imaginación y poniendo los pelos de punta tanto a los que ya han probado la experiencia como a los que no.
Muy buen artículo. Yo ya conozco este nuevo ocio y estoy enganchado a él, pero si no lo conociese seguro que con lo que habéis contado ya estaría reservando una sesión, de hecho ahora mismo voy a hablar con los colegas a ver si se animan. Por cierto, en la web de escapistas.club podéis encontrar cientos de web en toda España y en la provincia de Madrid tienen más de 80 https://www.escapistas.club/escape-rooms/madrid Animo a los lectores a probarlo, seguro que no se quedan indiferentes ;)