El mercado de ropa de segunda mano cada vez está ganando más adeptos en la capital. En el centro de Madrid hay varias tiendas de ropa de segunda mano y reliquias vintage y ahora este tipo de comercio se ha trasladado a las pantallas. El mercado online de prendas de segunda mano de calidad ha llegado pisando fuerte, revolucionando la industria de la moda.
Cristina y Katy Sainz se han sumergido en este negocio de la compra y venta de ropa de segunda mano online con Closket, cuya sede está en Madrid. Eran las propietarias de la boutique multimarca MeTwo y vieron una oportunidad de negocio en el interés de sus clientas por los precios atractivos de los mercadillos de segunda mano. Después de un análisis exhaustivo del mercado, las hermanas decidieron embarcarse en esta aventura online.
El nombre Closket viene de la unión de los términos closet (armario) y market (mercadillo). A través de los perfiles de usuario en Closket los usuarios pueden poner a la venta sus productos de segunda mano, enseñando su “armario virtual” a toda la comunidad fashionista. No obstante, hablar de segunda mano no siempre significa que los productos tengan que estar usados. Los usuarios pueden vender productos nuevos, con etiqueta, que pasan a considerarse de segunda mano por el hecho de que alguien haya sido propietario antes de ellos.
Su objetivo es ayudar a los amantes de la moda a comprar y vender prendas de segunda mano de calidad, garantizando el buen estado de todos los productos. Uno de los inconvenientes del mercado de la moda de segunda mano es el deterioro de las prendas usadas, pero en Closket la calidad de las mismas está garantizada. Cuando se efectúa una venta el producto es enviado por el vendedor al departamento de Control de Calidad de Closket. Ellos hacen la verificación oportuna, empaquetan el producto y lo envían al comprador.
Otra de las ventajas de Closket es la usabilidad de su página web que está adaptada a cualquier dispositivo móvil. Los usuarios pueden subir fotos de las prendas directamente desde su dispositivo móvil y la web está perfectamente adaptada al público.
Ahora no tenemos porque acumular toneladas de ropa en el armario o directamente deshacernos de ella, sino que podemos vender todas aquellas prendas que estén en buen estado y obtener un beneficio. También podemos comprar prendas en buen estado que están a la mitad del precio original que tendrían en tiendas, encontrar productos que se han agotado o están descatalogados y hacernos con verdaderas gangas.