El Banco de Tejidos de la Fundación CIEN, (Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas), dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad a través del Instituto de Salud Carlos III y situado en el Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, presta apoyo a grupos de investigación nacionales y extranjeros y mantiene un estrecho contacto con las asociaciones de familiares y pacientes de enfermedades neurológicas.
El funcionamiento de este Banco de Tejidos se basa en las donaciones realizadas por las personas inscritas en el programa de donación, previa firma del consentimiento informado. Así, este programa dispone de tres ámbitos de actuación: los donantes externos registrados en el banco, los donantes integrados en el programa de donación del Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía, y los estudios procedentes de consultas de otros biobancos y centros sanitarios. Este banco recoge cerebros de donaciones de personas con enfermedad neurodegenerativas como Alzheimer, Párkinson, Húntington, ELA… pero también los de personas sanas que sirven para realizar comparaciones y observar cambios.
El Consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, ha mantenido este miércoles un breve encuentro con donantes que han aceptado participar en el Programa de la Unidad de Investigación de donantes del tejido cerebral gestionado por la Fundación CIEN, a través de un convenio con la Comunidad de Madrid.
"Dentro de la Unidad de Investigación, y dirigido por la Fundación CIEN, existe el Programa de donación de tejido cerebral. Y hoy hemos tenido la oportunidad de reunirnos con algunos donantes. Gente comprometida y generosa que se han ofrecido para servir de estudio, investigación y avance en los tratamientos de esta terrible enfermedad", ha señalado.
Personas como Teresa, más conocida como Argi, que hace 25 años fue operada de un tumor cerebral y éste le quedo muchas secuelas como una parálisis facial, falta de visión en un ojo y pérdida de audición en un oído. "Soy donante para que el día de mañana, mis hijos puedan conocer lo que me pasa", explica.
Esta enfermedad es "muy cruel tanto para los enfermos como para sus cuidadores y familiares y sí, gracias a nuestra donación se puede aportar avances en la investigación del Alzheimer, pues me alegra muchísimo”, exclama Jesús, otro donante de tejido cerebral. Jesús no sólo es donante de cerebro post mortem, si no que, además, participa con la Fundación CIEN a través del Proyecto Vallecas cuyo objetivo es la detención precoz del Alzheimer. Los requisitos para poder participar en este proyecto de investigación son tener entre 70 y 85 años y tener plenas facultades mentales. Durante 5 años, los voluntarios inscritos en el proyecto serán evaluados una vez al año mediante exploración neurológica y neuropsicológica para obtener datos que ayuden a los investigadores en la búsqueda de un diagnóstico preciso y temprano, así como en la evaluación de la eficacia de nuevos tratamientos para la enfermedad.
Millones de personas que padecen alguna enfermedad neurológica crónica pueden disfrutar hoy de una vida más digna gracias a los descubrimientos científicos realizados con material procedente de los bancos de cerebros. “Invito a todas las personas a que se informen sobre este tipo de donación y se mentalicen. Ser donante ayuda a avanzar en una posible cura para esta enfermedad”, asegura Nicolás, otro donante de cerebro.