El próximo 27 de agosto el teatro Pavón de la calle Embajadores volverá a levantar el telón con el estreno de ‘Idiota’, una comedia de Jordi Casanovas. Ese día debutarán como empresarios los miembros de la productora Kamikaze: Miguel del Arco, Aitor Tejada, Israel Elejalde y Jordi Buxó. Quince meses después del último cierre, el teatro que levantara entre 1924 y 1925 Francisca Pavón y Martos, resucitará por tercera vez en su historia.
Kamikaze, al estilo de las compañías de antaño, tiene repertorio. Los montajes que ha estrenado hasta ahora serán la base de su programación en los próximos meses. ‘La función por hacer’ estrenará el espacio del ambigú en la entreplanta. Pero la sala grande abrirá con ‘Idiota’, dirigido por Israel Elejalde e interpretado por Gonzalo Castro y Elisabet Gelabert. Durante la temporada se repondrán ‘Hamlet’, ‘Misántropo’ o ‘Juicio a una zorra’.
Los nuevos empresarios quieren dar la máxima utilidad a todos los espacios del edificio. En lo que fuera gallinero del anfiteatro –hoy convertido en sala aislada- también se harán actividades teatrales. Podrán entrar hasta ochenta espectadores. Como no podía ser de otra manera, se ha bautizado como ‘El gallinero’.
Hoy, tras la presentación a los profesionales y medios de comunicación, el teatro Pavón Kamikaze tiene ya operativos todos sus canales de comunicación, redes sociales y venta de entradas.
El teatro Pavón levantó por primera vez el telón el 11 de abril de 1925 con una gala presidida por Alfonso XIII. Celia Gámez sería la que pondría en órbita este teatro en los primeros años de la II república. Entre 1931 y 1933 estrenó seis espectáculos de revista, llegando a la cumbre el 12 de noviembre de 1931 con el estreno de ‘Las leandras’. El Pavón siguió siendo fundamentalmente un teatro de variedades hasta el final de la Guerra Civil. Aquí actuaba Miguel de Molina cuando fue raptado y vejado por los servicios secretos franquistas. Después sería, sobre todo, un cine de barrio, aunque no es cierto que abandonara totalmente la actividad teatral. Mariano Ozores y su esposa Luisa Puchol (los padres de los Ozores) actuaron allí varias veces entre 1946 y 1950. Irma Villa, la gran estrella de las rancheras, se presentó aquí en 1953 con ‘Estampas de México’. Pero la primera vida de la sala transcurrió entre 1925 y 1939.
El 15 de enero de 1985 se intentó la recuperación del teatro con el montaje de ‘Buenos’. Fue debut y despedida porque los problemas económicos provocaron la disolución de la compañía cinco días después. El 22 de agosto de 1986 volvió a reabrir para estrenar ‘La última luna menguante’, la primera obra que trajo a la escena española la entonces desconocida epidemia del SIDA. Pero estos intentos aislados de mantener abierto el teatro no se consolidaron hasta que lo compró Zampanó, rehabilitándolo y reabriéndolo el 1 de noviembre de 2001 con ‘El condenado por desconfiado’. Ahí se inició la auténtica segunda vida del teatro. Tras una esporádica ocupación del CDN, que estrenó ‘La misma historia’, el Pavón fue alquilado por la Compañía Nacional de Teatro Clásico al empezarse las obras en su sede de La Comedia. Aquí estuvieron bastante más tiempo del previsto. El 17 de mayo de 2015, tras la última representación de ‘La Celestina’, el clásico volvió a su casa. Desde ese momento se ha venido especulando sobre la empresa que se haría cargo del teatro. Finalmente ha sido la productora Kamikaze.
En diciembre de 2009 nació esta productora con el estreno de ‘La función por hacer’ en el vestíbulo del teatro Lara. En menos de siete años se ha consolidado como una de las empresas más reconocidas por sus propios montajes o por las coproducciones con teatros públicos. Disponer de teatro propio es un paso más –y de extraordinaria importancia- en su todavía joven existencia.