Una estrecha capa de tierra sepulta la memoria de la Guerra Civil en Entrevías. La plaza Robert Capa esquivó el 'boom' del ladrillo en Madrid en los años 60 y 70 y bajo su superficie podría haber sobrevivido la huella de los bombardeos que acribillaron a la contigua casa de Peironcely, 10. En 2018 se evidenciaron vestigios de construcciones que también podrían haber sido alcanzadas por los proyectiles y que la basura acumulada en el solar esconde. La Fundación Anastasio de Gracia ha recibido el permiso municipal para recuperar los restos, pero la zona está intransitable. El proyecto de excavación que ejecutará el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) peligra y el Partido Socialista lo denunciará en la comisión de Cultura el próximo martes.
José María Uría, director del área de Cultura de la Fundación, encontró en 2018 unas baldosas hidráulicas en el terreno. Recurrió al fotógrafo José Latova y juntos revisaron la obra de Capa, descubriendo que en la secuencia de imágenes que el reportero húngaro tomó en este punto de Vallecas en 1936 aparecía un grupo de edificios de dos plantas entre los números 4 y 8 y de la calle Peironcely. En las instantáneas se apreciaba que esas viviendas anejas a la parroquia de San Carlos Borromeo, que se corresponden también habían recibido el impacto de las bombas.
Tras revisar el hallazgo, el arqueólogo del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit) dependiente del CSIC Alfredo González-Ruibal confirió a este espacio la categoría del "único de Madrid en el que no se habría construido tras la Guerra Civil". La Fundación Anastasio de Gracia impulsó entonces un proyecto para estudiar los restos, consiguiendo tanto la autorización del Ayuntamiento hace escasas semanas como una subvención concedida por la Secretaría de Estado de Memoria Democrática del Ministerio de Presidencia para financiarlo. Tal respaldo a la iniciativa contrasta con la inacción del Gobierno municipal para limpiar la zona donde se ubican las ruinas, "un auténtico Valdemingómez II", y regular un incontrolado acceso de vehículos.
La limpieza urge porque el permiso caduca
"La excavación no puede hacerse porque la plaza está llena de basura y de coches. Esta es la gestión del señor Almeida, que tiene un Madrid completamente olvidado a pesar de su potencial", reprocha la portavoz del PSOE, Mar Espinar. Su grupo instará al Consistorio en la comisión de Cultura a tomar medidas urgentes para acabar "con el estado de dejadez que sufre el barrio" a fin de que la exploración arqueológica arranque de inmediato. Lo hacen, además, tras haber reclamado en varias ocasiones en el Pleno de la Junta de Puente de Vallecas que ese área degradada se perimetrara, sin tener éxito. "El permiso está corriendo. Caduca en octubre", advierte José María Uría.
La Concejalía de Desarrollo Urbano traslada a Madridiario que la limpieza y el acondiconamiento de esta parcela "se va a efectuar en fechas próximas", sin aportar mayor concreción. Desde el área de Cultura aseguran que estarán "vigilantes" para que el espacio "quede en las mejores condiciones". El problema de estacionamiento, agravado porque en algunos furgones duermen personas sin techo, nadie parece asumirlo como propio.
Madrid se encuentra "ante una oportunidad única" para rescatar parte de la memoria de la guerra, así como la de los barrios obreros, subraya González-Ruibal. Rascando poco más de 10 centímetros bajo la superficie espera poder desenterrar las estructuras "que la documentación indica que están ahí". En las fotografías cotejadas se ven edificios "completamente colapsados por las bombas, como si hubieran sufrido un impacto directo cercano", expone. Por ello, y llamando a la suerte, no descarta toparse con "fragmentos de metralla".

Musealización de los restos
La conservación de estos restos parece fortuita. Las casas de Peironcely escaparon a la transformación de Entrevías en los años 60 y 70, cuando se derribaron las chabolas construidas en los 50 para levantar vivienda social y privada. El terreno quedó, sorpresivamente, libre de bloques de pisos. Sin embargo, las viviendas bombardeadas fueron destruidas a principios de los años 80 y el primer Gobierno municipal de la Transición convirtió el solar en un espacio de convivencia vecinal, creando un perímetro arbolado y colocando bancos que permanecieron hasta 2008, relata el representante de la Fundación Anastasio de Gracia. Su abandono se corresponde con esta fecha.
Alfredo González-Ruibal liderará un proyecto en el que el Icipit contará con la colaboración de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid. En una primera fase, se realizará una prospección mediante georradar, que permitirá "hacer un mapa de lo que hay en el subsuelo sin necesidad de excavar". Con ello buscan "tener una idea de la entidad" de los vestigios. Después procederán a la retirada de capas de tierra hasta que los cimientos queden a la vista, puedan ser estudiados y se decida si reúnen suficiente "potencial para ser musealizados".
El arqueólogo es partidario de que los hallazgos formen parte de un plan más amplio que "ponga en valor toda la zona". La presión de la plataforma #SalvaPeironcely10 ya forzó al Consistorio madrileño a expropiar en 2021 esta vivienda, símbolo del horror de la guerra tras capturarla con su cámara Robert Capa, para destinarla a usos culturales. La Fundación Anastasio de Gracia aspira ahora a que esta iniciativa se vea complementada con las ruinas de los edificios que se situaban en los números 4, 6 y 8 de la misma calle, formando un "circuito museográfico".
El Partido Socialista apoya la idea. "Nosotros apostamos por el reequilibrio territorial y por crear zonas culturales y de encuentro más allá del centro de Madrid. La plaza Robert Capa tiene que limpiarse y habilitarse para el uso y disfrute de los madrileños, para generar en el entorno un nuevo item cultural en la ciudad", remarca Mar Espinar.