Ayuntamiento de Madrid y Delegación del Gobierno han enterrado los reproches que en las últimas semanas se han lanzado por la situación de inseguridad creciente en Lavapiés. Mercedes González arremetía hace unos días contra José Luis Martínez-Almeida por que en el barrio "se viesen escenas de los años 80" y el alcalde la instaba a "no escurrir el bulto" y responsabilizarse de los problemas de seguridad y narkocupación. Este lunes, por el contrario, han sido la imagen de la unidad ante 15 entidades vecinales a las que han citado en la Junta Municipal de Centro para abordar una solución conjunta a los delitos y conductas incívicas que a diario se saldan con una media de 23 detenidos, 14 actas de droga y unos 400 identificados, según cifras del Gobierno.
En el marco de esa reunión, se ha comunicado a los vecinos la creación de una mesa de trabajo entre las dos administraciones para analizar y plantear una actuación conjunta contra las problemáticas que se han intensificado en la plaza de Nelson Mandela y alrededores tras el desalojo de La Quimera. Las asociaciones tendran voz en este foro. "Hemos acordado establecer un mecanismo permanente con ellas para que se convierta en un cauce de comunicación bidireccional y que ellos nos puedan transmitir cuáles son las quejas y nosotros el esfuerzo que estamos haciendo para tratar de dar soluciones a los problemas graves que tiene Lavapiés", ha explicado el regidor madrileño.
La delegada del Gobierno en Madrid ha reconocido que se ha detectado "un incremento de situaciones de convivencia cada vez más complicadas" con enfrentamientos entre ciudadanos y drogodependientes que "atracan porque necesitan su dosis". No obstante, ha subrayado que el incremento de la presencia policial "está dando resultado". Así, González ha indicado que el 40 por ciento de los efectivos de la comisaría de Policía Nacional de Centro de cada turno patrullan por Lavapiés y logran esclarecer en una primera actuación el 49 por ciento de los delitos y el 47 por ciento de los robos con violencia.
Por su parte, Policía Municipal, dependiente del área de Seguridad y Emergencias consistorial, ha redoblado su presencia en la zona desde mayo. A los 20 agentes extra de la Unidad Central de Seguridad que se incorporaron en septiembre se están sumando estos días otros 40 policías en prácticas que "tendrán especial presencia" en las calles donde se ha descontrolado el consumo y venta de estupefacientes y, con ello, los conflictos.

Los vecinos reclaman mayor intervención social
Manolo Osuna, presidente de la Asociación de Vecinos La Corrala admite que "la situación se está tranquilizando un poco", pero anima a que los servicios sociales "se pongan las pilas porque esta gente -los toxicómanos- no va a desaparecer de un día para otro". "Algunos están bastante mal; llevábamos años sin ver gente pinchándose y ahora lo estamos viendo", traslada. En consecuencia, la intervención social "es la parte fundamental en esta mesa".
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, asegura que desde su sede en la plaza de Nelson Mandela observan "situaciones de violencia de manera cotidiana". Si antes se concentraban a la caída de la tarde, "ahora es a cualquier hora del día", lamenta. Por ello, frente a la "campaña de que es un barrio muy cool", ha querido advertir a las instituciones de que "sigue habiendo problemas de drogradicción y degradación". A su juicio, estas conductas responden a "un fracaso, sobre todo en política de juventud" y pide una estrategia de ciudad o incluso a escala nacional porque "si no tenemos un futuro complicado".
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Comerciantes de Lavapiés, María Esteban, cree que "es importante intervenir" de una forma integral en este céntrico barrio, pues la mayor presencia policial "es un parche en un momento de crisis". Con todo, afima que "la situación no es crítica ni estamos como en los años 80". En lo que atañe al sector que representa, ha expuesto a Delegación del Gobierno y Ayuntamiento que necesitan que "se fomente que no haya locales vacíos porque la crisis hizo mucho daño y siguen siendo muy caros". "Para que un barrio tenga vida y no haya delincuencia la calle tiene que estar ocupada por comercios", ha remarcado.
Para Mercedes González, tras las problemáticas descritas subyace "el modelo de ciudad". "Al quitarle el tejido de barrio, Lavapiés ha dejado de ser un barrio como tal y tiene sus consecuencias. No hay vecinos como tal y hay un problema real de viviendas de uso turístico y de hostelería. Centro se ha dedicado a ser un parque temático"., ha criticado. Aunque José Luis Martínez-Almeida se ha apresurado a decir que no comparte este diagnóstico, sí le ha concedido a la líder socialista que "hay un problema en el precio de la vivienda, que trabajaremos por que pueda bajar" y que "no son ajenos a que hay un incremento de viviendas de uso turístico", aunque la Agencia de Actividades ha cerrado 130 en la ciudad este año.