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El entorno de la Ermita de Santa María La Antigua muestra un gran deterioro
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El entorno de la Ermita de Santa María La Antigua muestra un gran deterioro (Foto: Chema Barroso)

El ocaso de la Ermita de Santa María la Antigua, la 'joya' mudéjar de Carabanchel

Basura y grafitis rodean una de las ermitas más antiguas

Por Daniel Jiménez Vaquerizo
lunes 11 de septiembre de 2023, 07:43h

Colchones viejos, neumáticos y restos del último botellón son los objetos que dan la bienvenida a la Ermita de Santa María la Antigua en el distrito de Carabanchel. La imagen choca con la belleza escondida tras las paredes de este templo que se encuentra entre los edificios más antiguos de Madrid. Años de dejadez, falta de vigilancia o un proceso de urbanización que se alarga en los años son algunos de los causantes de esta situación denunciada por varias plataformas y asociaciones vecinales que reivindican el enclave como punto de importancia para la historia del distrito y la ciudad.

Hace poco más de un año, el interior de la ermita fue restaurada gracias a un convenio entre la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte y el Arzobispado de Madrid como titular del templo. Las mejoras realizadas por el Ejecutivo madrileño afectaron a las pinturas murales que, en colaboración con la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, fueron recuperadas después de haber estado ocultas durante años bajo capas de pintura. Además, debajo de una vidriera simulada se descubrió otra pintura de Santa María Magdalena que ha sido restituida en su ubicación original.

Anteriormente, en el año 2020 se llevaron a cabo los trabajos de restauración en las pinturas que fueron encontradas en la parte inferior del coro donde se aprecian castillos, leones y emblemas que señalan la importancia de Castilla. Unas labores que venían a proteger este templo que en el año 1981 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Pero para entidades como Carabanchel Historia y Patrimonio o la plataforma Salvemos Eugenia de Montijo, las mejoras no traspasaron las puertas del templo. Los vecinos de la zona siguen reclamando el cuidado en el entorno y que los proyectos urbanísticos que puedan desarrollarse respeten la zona, por la que además pasa una Vía Pecuaria y tiene cerca un yacimiento romano.

Una joya románico-mudéjar desconocida para muchos madrileños

No son muchos los madrileños que entre sus rutas y paseos marcan este punto de la capital entre los lugares que visitar. Quienes buscan los edificios históricos seguro que no imaginan que a las afueras de la ciudad se encuentra uno de las edificaciones más antiguas de Madrid. La ermita fue erigida en el siglo XIII en honor a Santa María Magdalena y actualmente se utiliza como capilla del cementerio que se encuentra justo al lado.

Tiene el honor de ser el templo mudéjar más antiguo de toda la región y la única ermita románica-mudéjar íntegra en la Comunidad de Madrid, siendo un ejemplo destacado de arquitectura del ladrillo mudéjar en la ciudad, junto con San Nicolás de los Servitas y San Pedro el Viejo en el centro de la capital. Su estructura sigue el estilo románico-mudéjar con una planta rectangular. La cabecera de la ermita posee un ábside semicircular de mampostería que se une a la nave por dos segmentos rectos, orientándose hacia el este, característico de la arquitectura románica, junto con un presbiterio. La ventana del ábside presenta forma ojival y está hecha de ladrillos. Se construyó sobre una antigua villa romana que data de entre los siglos II y III. Junto al ábside se encuentra la sacristía, una pequeña edificación de estilo barroco, erigida con motivo de la canonización de San Isidro en el año 1622.

Los vecinos continúan denunciando la degradación del entorno de la ermita. Foto: Carabanchel, Historia y Patrimonio

La entrada con el ladrillo característico del mudéjar presenta tres arcos concéntricos, siendo el segundo lobulado y enmarcado por un alfiz, una característica de este estilo. Sobre el tercer arco hay una decoración horizontal compuesta por una fila de ladrillos en esquinilla y otra en sardinel. Y junto a la entrada del templo se ubica un gran contrafuerte. Además, el templo está coronado por una torre de planta rectangular construida en mampostería y ladrillo donde se alojan dos campanas. En el interior de la ermita se conserva el techo de madera original de origen medieval, adornado con pinturas al temple de esa época que representan castillos, escudos heráldicos, formas geométricas y escenas de los milagros de San Isidro. Al pie del templo se sitúa el coro apoyado en 24 vigas paralelas, todo ello elaborado en madera y decorado con pintura, aunque con el paso del tiempo las humedades y la ausencia de atenciones las han ido borrando. Por otro lado, el retablo de estilo barroco del siglo XVI alberga en su hornacina central una réplica de la imagen medieval que desapareció en 1936.

Encrucijada entre administraciones y planes urbanísticos

La Ermita vecina de los terrenos donde se construyó la histórica cárcel de Carabanchel se sitúa en una parcela que actualmente está sujeta al plan parcial urbanístico APR 11.01. Este proyecto ha estado en pausa desde 2008, pero recientemente ha sido reactivado por el Estado a través de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE) y la promotora Pryconsa. Además, durante la campaña electoral, el alcalde José Luis Martínez Almeida recogió en su programa electoral la propuesta para construir allí un nuevo desarrollo urbanístico de 170.000 metros cuadrados con 600 viviendas, de las cuales el 30 por ciento serán protegidas.

Desde las asociaciones que reivindican el entorno de la Ermita señalan a Madridiario su preocupación por el futuro de esta zona. Aunque el plan original fue modificado para incluir un hospital y equipamientos debido a la movilización vecinal, siguen atentos por si las futuras obras ocasionaran una mayor pérdida de zonas verdes. Además, sigue sobre la mesa la construcción de un Centro de la Memoria en el sitio de la antigua prisión franquista. Una reivindicación histórica del movimiento memorialista que el Gobierno de España se comprometió a ejecutar sin concretar ninguna fecha.

Entre tanto, el Ministerio del Interior, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital continúan sin aclarar si tomarán alguna medida para solucionar los eternos problemas de limpieza del entorno del templo. Fuentes de la Consejería de Cultura regional señalan a Madridiario que el Ejecutivo madrileño tiene únicamente la potestad de nombrar BIC la ermita, y aclaran: “En ningún caso es su propietario. Sí lo es la Diócesis de Madrid”, y además indican que han hecho llegar cartas al Ayuntamiento de Madrid para limpiar el entorno. Por ahora se desconoce si el Consistorio madrileño ha dado respuesta a estas misivas, pero desde el Ejecutivo de Martínez-Almeida señalan a este medio que las medidas de conservación y de mantenimiento en condiciones adecuadas de la Ermita de Santa María la Antigua es “una obligación del propietario.” Por lo que indican debe ser Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios de la Seguridad del Estado quién se ocupe de las tareas de limpieza que degradan la imagen e importancia del templo. Madridiario ha intentado obtener la opinión de la entidad estatal, así como del Ministerio del Interior y hasta este momento no se ha recibido respuesta a las preguntas planteadas.

Vecinos y asociaciones siguen esperando soluciones

Entre tanto, los vecinos y visitantes continúan reivindicando la adecuación del espacio, vigilancia ante los constantes actos vandálicos, el arreglo de los caminos alrededor de la ermita y una mejor señalización que ponga en valor la importancia histórica de este enclave. Juan García Vicente miembro de la asociación Carabanchel, Historia y Patrimonio lleva a sus espaldas años de lucha para proteger la zona.

“No vamos a tirar la toalla”

La iniciativa para defender el patrimonio de este enclave surgió cuando comenzaron a realizar plantaciones en el solar de la antigua Cárcel por donde pasa una Vía Pecuaria. Para García este es un “no lugar dentro de la ciudad”, un espacio del que nadie se hace cargo señala a este medio.

Una de las reivindicaciones vecinales junto a la Ermita Foto: Guillermo Cobo

Conoce de memoria la larga lista de todo tipo de vertidos que rodean el templo mudéjar, con ellos un día formaron una especie de barricada para protestar por la dejadez de las instituciones ganándose el enfado del párroco que no entendía la finalidad de la acción reivindicativa. Las asociaciones y entidades han iniciado un proyecto para revitalizar la ruta de pastoreo que conecta los distritos Carabanchel y La Latina, han realizado labores de limpieza en una porción de los residuos y han sembrado ya más doscientos ejemplares de pinos, almendros o encinas. “Esto es territorio comanche, aquí no llegan los barrenderos”, señala García que incluso ha llegado a conversar a los trabajadores de la limpieza viaria para solicitarles que recojan los residuos acumulados sin cosechar ningún éxito en sus peticiones, reconoce.

“Esto es territorio comanche”

Las entidades organizan múltiples actividades para reivindicar el patrimonio histórico de la zona incluso llegaron a realizar una recreación de la vida romana y carpetana emulando así a los primeros pobladores de Carabanchel. Además, aprovechan el único día que abre la ermita – los sábados en horario de misa- para realizar explicaciones a quienes visitan este enclave “somos guían sin sueldo”, reconoce a este medio que entre otras ideas han intentado llevar el rebaño de ovejas que pastorea en Casa de Campo al gran solar junto al templo. “No vamos a tirar la toalla”, señala Juan García que adelanta no cesarán en su empeño para defender la historia del distrito que es también la crónica del origen de la ciudad.

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