Descubierto por el trío en Noruega, 'Forever Young', donde lo vieron por primera vez en su versión original de esta obra de Erik Gedeon, se enamoraron de él. No es menester añadir que quedaron fascinados y enseguida comenzaron a trabajar en su versión en castellano para poder mostrársela al público español y en general al de habla hispana.
Desde el estreno de esta versión en Barcelona (2011) se han realizado alrededor de 500 funciones entre España, Argentina, Francia, México y Perú. Aunque la sabiduría popular aconseja que “si algo está bien, no lo cambies”, la reposición de este nuevo Forever Young (2021) cuenta con un elenco diferente y la puesta al día de las referencias contemporáneas. Además, añade los diez años de experiencia acumulados tanto en el teatro como en esta cosa que se llama “vida” y que es, de hecho, la esencia del libreto de esta obra.
El argumento va de seis viejos centenarios pasan una velada en el escenario de un teatro reconvertido en asilo de artistas. Algunas noches, los residentes se visten con sus mejores galas y rememoran (o inventan) sus éxitos de antaño en compañía de una enfermera empeñada en martirizarles con canciones infantiles que potencien su psicomotricidad, pero en cuanto ella les deja solos, su indómito espíritu rockero sale para dejar constancia de que no han dejado de ser lo que siempre han sido, rockeros; y cantan y gritan y bailan tanto como les permiten sus delicados esqueletos. Seis actores jóvenes se interpretan a sí mismos, o a lo que serán dentro de cincuenta años.
En definitiva que 'Forever Young' es un espectáculo tierno, sin rozar jamás lo cursi, divertido, sin caer nunca en el mal gusto, e inteligente, pero para públicos de cualquier edad. Una bocanada de aire fresco en el mundo del musical convencional. El musical que ellos mismos, Trticicle, quizás hubiesen hecho si en la ruleta de la fortuna les hubiese tocado saber cantar.
Si (
No(
