El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, y el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Eduardo Sicilia, han visitado este lunes por la mañana el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (IMDEA) de Nanociencia, el cual lidera a día de hoy un proyecto de investigación para la creación de un bypass para lesiones medulares.
Durante la cita, Aguado y Sicilia han podido conocer los laboratorios en los que se desarrolla esta iniciativa europea que por el momento se encuentra en fase inicial, pero que en el futuro podría beneficiar a más de 30.000 lesionados medulares españoles, según datos ofrecidos por la Comunidad de Madrid.
Tal y como ha explicado el director de IMDEA Nanociencia, Rodolfo Miranda, el objetivo es crear un “interruptor” con el que se pueda conectar el cerebro y las extremidades inferiores a través de la médula espinal de una persona que, por un accidente o enfermedad, tenga esta seccionada o dañada.
“La idea es hacer algo tan pequeño que se pueda implantar como a día de hoy se hace con un bypass”, ha explicado al vicepresidente y al consejero Miranda, quien además ha explicado que el objetivo también pasa por evitar que las personas que requieran de este tipo de aparatos deban llevar “cables externos o conexiones alambicadas que puedan ser poco prácticas”.

El proyecto está en fase inicial y se está llevando a cabo con el Hospital de Parapléjicos de Toledo, y tal y como han explicado los investigadores que trabajan día a día en su evolución, la idea es que dentro de un tiempo pueda pasar a ser probado en animales. Una vez comprobada su posible efectividad, la idea es que esta sea comprobada en seres humanos, aunque tanto Miranda como el resto de investigadores han insistido en la “delicadeza” de esta información.
“Además de que hacen falta muchísimos permisos y complejos procedimientos para poder hacer experimentos con seres humanos”, ha dicho Miranda, se trata de un proyecto cuyos tiempos pueden ser más largos de lo esperado y, por tanto, es importante no hacer aproximaciones muy certeras. Tal y como ha explicado, quieren evitar “que pueda darse sufrimiento en las personas que tienen este tipo de lesiones y sus familias” y por ello, ha recalcado, “no hay que vender la piel del oso antes de que este esté cazado”.

En cualquier caso, tal y como se ha explicado durante la visita al centro, el mecanismo de esta especie de bypass consiste en detectar en un primer momento la señal magnética del cerebro para amplificarla y transfórmala a través del implante en una señal eléctrica. Al mismo tiempo, este bypass estimula una serie de nanoelectrodos que permiten el descenso a través de la médula espinal dañada de la corriente eléctrica hasta las piernas, permitiendo su movilidad.
Una vez conseguido este paso, la idea es que la señal eléctrica que ha permitido que se muevan las extremidades inferiores vuelva al cerebro, para lo cual el bypass deberá detectar dicha señal y convertirla en magnética para, a través de otro estimulador, mandarla de vuelta al cerebro. Al respecto de este paso, Miranda ha comentado que “nos hemos dado cuenta de que es más complicada e importante la vuelta de la señal porque el cerebro tienen que reaprender que tenemos piernas”.
Consorcio ByAxon
Todo este proyecto forma parte del consorcio ByAxon, coordinado por el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia, y que está formado por seis socios de cuatro países europeos (España, Francia, Italia y Alemania) y financiado por el Programa Horizonte 2020 de la UE, que aporta 3,7 millones de euros.
El objetivo del Programa ByAxon -impulsado por la Consejería de Ciencia, Universidades e Innovación- es la fabricación de sensores, a través de materiales mejorados con nanotecnología, que sean capaces de detectar el campo magnético producido por la actividad neuronal, cuyo valor es unas diez mil veces más pequeño que el del campo magnético de La Tierra.

Así, esta innovadora estrategia de reconexión implicaría, además del bypass explicado, el desarrollo de una nueva generación de sensores y electrodos basados en materiales estructurados a escala nanométrica (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro).
Toda una nueva tecnología que podría ser aprovechada para otro tipo de interfaces neuronales como implantes de retina, sistemas de registro de la actividad cerebral para pacientes con epilepsia, aparatos de estimulación cerebral para el tratamiento del Parkinson o, incluso, dispositivos que permitieran controlar ordenadores y robots por vía inalámbrica.
La Ley de la Sociedad del Aprendizaje llegará a la Asamblea
Por su parte, el vicepresidente de la Comunidad ha anunciado durante el acto que la Ley de la Sociedad del Aprendizaje, una normativa con la que se busca ofrecer un marco normativo "flexible, actualizado y adecuado a las necesidades de la ciencia, de la innovación y de las universidades", llegará a la Asamblea de Madrid en otoño.
Esta ley atenderá a la vinculación de las universidades con las necesidades formativas de los madrileños, la consolidación de institutos de investigación capaces de competir internacionalmente, y empresas cuyos modelos de negocio se soporten sobre la generación y explotación de tecnología.
En este punto, ha puesto en valor el trabajo que realizan los profesionales del IMDEA tanto en este centro como en los otros seis que hay en la Comunidad. En total, entre los siete institutos hay 700 investigadores junto con otros 150 profesionales trabajando en otras áreas.

"Esto es política útil, es progreso y hoy estamos en los cimientos del progreso, que no es otra cosa que vincular la ciencia con la universidad y con la innovación y el trabajo de las personas que cada día se dejan la piel por investigar y por dar a sus conciudadanos un futuro mejor", ha sostenido.
Por último, ha felicitado a todos los investigadores y les ha animado a que sigan trabajando en esta línea, mientras que en la Comunidad seguirán apostando por tener los mejores doctores, investigadores y atraer y retener el talento.
La Comunidad apuesta por la Nanociencia
Por su parte, la Comunidad de Madrid tiene por objetivo, a través de la Consejería de Ciencia, Universidades e Innovación, situarse entre las tres regiones europeas líderes en nanotecnología, una disciplina fundamental para el desarrollo económico.
Entre sus iniciativas, IMDEA Nanociencia cuenta con diez programas de investigación avanzada orientados a las necesidades estratégicas de los sectores industriales más innovadores. Todos ellos son concebidos y llevados a cabo por equipos multidisciplinares, reclutados en convocatorias globales y seleccionados por un Comité Científico Internacional.
La investigación realizada por estos diez programas se centra en comprender mejor los fenómenos que ocurren a escala nanométrica, ya que podrían tener aplicaciones importantes en la resolución de grandes problemas sociales.