Antes de realizar un análisis de las obligaciones que surgirían de la percepción de este tipo de cuantías, hay que tener presente que el tratamiento será distinto en caso de que se trate de una cantidad abonada directamente por una aseguradora o si se obtiene a través de un proceso judicial. En cualquier caso, y, sin perjuicio del contenido de este artículo, cuando se sufre la pérdida de un familiar, lo más aconsejable es contar con un experto en la materia, un abogado que trabaje la indemnización por muerte en accidente, que podrá encargarse de todo el proceso y ofrecerte una asesoría completa para saber si tributar o no la cuantía de indemnización recibida, en atención a tu caso concreto.
Rentas exentas
En primer lugar, destacaremos que aquellas cantidades percibidas en concepto de indemnización por muerte no se consideran parte de los bienes del causante y, por tanto, no están gravadas por el impuesto de sucesiones. Por tanto, las indemnizaciones por muerte, si están sujetas a algún impuesto, será al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
La normativa que regula el IRPF establece como una de las rentas exentas las indemnizaciones por responsabilidad civil por daños personales. En estos casos, la cuantía debe estar reconocida legal o judicialmente. No obstante, esta exención no alcanza a los intereses generados desde el fallecimiento hasta la resolución o ejecución, los cuales tributarán en el IRPF.
Asimismo, aquellas rentas judicialmente reconocidas, es decir, en los casos en los que medie una resolución, o intervención judicial de algún tipo, incluyendo desde actos de conciliación judicial hasta allanamientos o transacciones judiciales, se considerarán también rentas exentas de tributación. En cuanto a los acuerdos extrajudiciales, hay que estar a la cuantía, puesto que, como se indicó en el párrafo anterior, no tributan en tanto en cuanto la cuantía esté reconocida legalmente, por lo que si la cantidad excediese de la legalmente establecida, sólo estaría exenta hasta el límite legal, a diferencia de las indemnizaciones judicialmente establecidas, que estarán totalmente exentas, con independencia de la cantidad.
Se incluyen en esta categoría de rentas exentas, las percibidas en virtud de contratos de seguro de accidentes.
¿Cómo proceder si recibo una indemnización por muerte?
Como hemos visto, existen numerosas posibilidades, y cada caso presentará sus matices. Por ello, es importante estar a los detalles y conocer bien la normativa, para saber si debemos declarar o no la cantidad percibida en concepto de indemnización por muerte de un tercero.
No obstante, lo más recomendable es acudir a un abogado especializado en este tipo de indemnizaciones por muerte en accidente, quien podrá estudiar tu caso concreto. Recibir asesoramiento previo, además, te permite realizar una planificación, así como evitar que te lleves una desagradable sorpresa. También podrá ayudarte con los trámites que necesites llevar a cabo, así, por ejemplo, podría indicarte los documentos que debes presentar ante Hacienda.