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Proceso de limpieza del Cristo del Calvario de Pinto
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Proceso de limpieza del Cristo del Calvario de Pinto (Foto: MDO)

El 'ecce homo' de Pinto que escondía cuatro siglos de genuina antigüedad

Por Javier García Martín
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jgarciamadridiarioes/7/7/19
lunes 17 de octubre de 2016, 07:47h
La endeble restauración efectuada hace sólo una década sobre la imagen del Cristo del Calvario de Pinto se estaba arruinando. Contratados inicialmente para recuperar la talla, un grupo de expertos ha descubierto ahora que no sólo se trata de la escultura original que se creía perdida durante la Guerra Civil, sino que es hasta trescientos años más antigua. La pista definitiva ha brillado tanto como el oro.
Cuenta el anecdotario de la Guerra Civil que, tras el paso por Pinto de la furia anticlerical durante los primeros días de la contienda, un soldado se hizo con los restos que quedaron del Cristo del Calvario y los escondió en un pajar. La imagen había sido mutilada, destrozada a hachazos, herida en pecho y cabeza.

Con el final del conflicto, la talla fue recompuesta, pero en el pueblo se instaló la duda de que esa fuera realmente la escultura original. El rumor de que los fragmentos del verdadero crucificado seguían enterrados en algún lugar bajo el suelo de la localidad no había cesado nunca, como reconocen desde la propia Diócesis de Getafe. Los más optimistas, de hecho, no le echaban más de cien años a la talla que rezaban. Era, en el mejor de los casos, del XIX. O eso pensaban hasta hace sólo unos días.

"La misión original era quitar la pintura de 2004", una restauración ciertamente mal hecha que "se estaba poniendo verde", explica a Madridiario Esther Moreno, encargada junto a su hermana Laura de la recuperación. "Sin embargo, en el proceso de limpieza para recuperar el aspecto de posguerra empezaron a salir varias policromías muy antiguas", apunta la ubetense.

De tanto beso

Todo empezó con un detalle. Labio a labio, la devota tradición del besapiés había ido dejando al descubierto una coloración de otra época. Las expertas repararon en esa diferencia e iniciaron una cata para ver qué había ahí, al pie de la cruz. Hallaron hasta tres repintados más con sus correspondientes estucos, uno de posguerra, uno con un craquelado indicador del siglo XVIII y, en la zona del paño de pureza, la joya de la corona: un pan de oro que sólo fue tendencia durante el XVI. La imagen, según esta nueva estimación, tiene, al menos, cuatro siglos de historia.

De la noche a la mañana, la datación de estas dos restauradoras ha regalado un hallazgo histórico para Pinto y para una de sus advocaciones más populares entre la comunidad católica, cuya hermandad, fundada en 1714, hoy alcanza el millar de miembros.

Entre las curiosidades descubiertas por estas hermanas -que con esta han realizado su primera intervención en Madrid en una carrera a caballo entre Jaén y Granada-, se ha podido comprobar que, inicialmente, la imagen era más expresiva y tenía la boca y los ojos más abiertos. Tampoco es de escayola, como se pensaba en el municipio, sino de madera de conífera. "Algunos fragmentos, como en la parte de atrás, sí son modernos y se pusieron para recomponer la figura tras el ataque", reconoce Moreno.

Ahora, tras tres meses de "trabajo permanente", el cristo ha recuperado el tono que todos los vecinos recordaban y luce, siempre silencioso aunque con más fuerza que nunca, su genuina solera.
Esther y Laura Moreno, restauradoras
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Esther y Laura Moreno, restauradoras (Foto: MDO)
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