La anterior concesionaria de la recogida de basura en los distritos periféricos, FCC, ha respondido al requerimiento del Ayuntamiento de Madrid sobre el número y estado de camiones traspasados a la nueva adjudicataria, la UTE Cespa-Urbaser. Según sostiene en el escrito entregado en el Registro el día 2 de diciembre que el Consistorio conocía que la flota era de 239 vehículos, que ya estaban amortizados y necesitaban labores de mantenimiento constantes.
La respuesta de FCC al requerimiento del Ayuntamiento del 25 de noviembre recoge que el Ayuntamiento conocía y había asumido que el número de vehículos adscritos al servicio era de 239 y no 301 como ahora reclama. Una de las razones es que 51 fueron traspasados de la zona periférica a la zona centro "debido a la modificación del contrato relativo a la zona centro impuesta por el Ayuntamiento que, entre otros aspectos redujo la frecuencia del servicio de recogida de envases de 7 a 3 veces por semana", lo que hizo "antieconómico" la utilización de camiones de doble compartimento en centro. Esta modificación se hizo "previa negociación con los servicios técnicos municipales", según FCC. Además, otros 11 estaban fuera de servicio por haberse siniestrado, como también conocía el Ayuntamiento.
La anterior concesionaria también asegura en su escrito, al que ha tenido acceso este digital, que "el número de 239 vehículos adscritos al servicio de la zona periférica ha sido aceptado y ratificado por el propio Ayuntamiento en los pliegos de condiciones de las convocatorias del servicio realizadas en el año 2012 y en el presente año".
Sobre el estado de los vehículos y las instalaciones traspasadas a la nueva concesionaria, la UTE Cespa-Urbaser, se indica que era el "normal y previsible habida cuenta del uso diario intensivo al que han sido sometidos unos y otras durante 12 años", motivo por el que FCC realizó un "importante esfuerzo de mantenimiento y conservación". Como ejemplo, apunta que había 140 órdenes de trabajo al día en relación con los vehículos para mantenerlos en servicio. Además, apunta que si el nuevo concesionario no está en condiciones de realizar el servicio será por "otro tipo de motivos tales como la falta de experiencia o de conocimientos técnicos del personal de la nueva adjudicataria, el insuficiente número de surtidores de GNC o cualquier otro factor". También recuerda que los vehículos estaban amortizados y al "al final de su vida útil", y el Ayuntamiento había dejado de abonar el coste de los mismos.
Ahora será el Ayuntamiento el que tenga la última palabra sobre el expediente. El servicio cambió de empresa el pasado 31 de octubre y durante los primeros días sobre todo la basura se amontó en las calles de los distritos de la periferia. La nueva UTE, que ganó el concurso al presentar la oferta más barata, pidió permiso para utilizar vehículos diésel alquilados en el extranjero ante la imposibilidad de cumplir con el servicio y al estar exigida que la recogida se haga con gas natural (GNC), un combustible menos contaminante. El nuevo contrato de recogida de residuos durará un año hasta el próximo otoño, cuando hayan acabado los contratos de centro, que aún gestiona FCC, y este nuevo de periferia. La intención de los actuales responsables del Ayuntamiento es sacar a concurso un megacontrato para la recogida en toda la ciudad a largo plazo.
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