Amnistía Internacional ha entregado este miércoles en el Palacio de La Moncloa, 65.000 firmas y 1.400 mensajes de voz recogidas durante los últimos meses en 30 ciudades españolas para pedir al Gobierno que cesen los recortes en derechos humanos.
Antes de la entrega de las firmas, los activistas de la organización han recorrido el centro de Madrid, mientras coreaban algunos de los mensajes de voz recogidos. Las voces se han podido escuchar frente a los ministerios de Sanidad, Interior y Fomento así como a las puertas del Congreso de los Diputados, donde han clamado que "en tiempos de crisis hay que proteger los derechos de los más vulnerables, no recortarlos" o que "manifestarse pacíficamente no debería ser peligroso".
Después, en el Palacio de la Moncloa han entregado las firmas con la consigna 'Hasta que nos escuchen, nos van a oír' para trasladar al Ejecutivo que "no se trata de recortes sociales, sino de de violaciones de derechos humanos y eso es algo inadmisible e innegociable".
"Un gobierno no puede permitir que una persona se quede en la calle como consecuencia de un desalojo si no tiene medidas para proveerse de otra vivienda, que cientos de miles de personas vean en peligro su acceso a la atención sanitaria gratuita o que quienes estén en contra de las medidas que toma ese mismo Gobierno, no puedan manifestarse pacíficamente para protestar. "Si lo permite, la crisis económica pasa a ser una crisis de derechos humanos", indicó la directora adjunta de Amnistía Internacional en España, Eva Suárez-Llanos.
La organización exige al Gobierno que adopte medidas como restaurar el derecho a la atención sanitaria a todas las personas con independencia de su situación administrativa, garantizar que los desalojos se llevan a cabo como último recurso y prohíba los forzosos, o desistir en su intención de limitar el derecho a la manifestación pacífica, entre otros.