Trabajadores y delegados sindicales de Madrid Salud han comenzado este viernes, sobre las 16 horas, un encierro indefinido en la parroquia San Carlos Borromeo para pedir al Gobierno regional que no proceda al cierre del Instituto de Adicciones de Madrid y para reclamar la apertura de una "negociación justa" sobre los recortes que afectan a los drogodependientes.
Un encierro de carácter "indefinido", según ha declarado a
Madridiario María Pérez, directora del Centro de Atención de Drogodependientes (CAD) de Arganzuela. "Estaremos encerrados hasta que el Gobierno regional nos diga cómo va a quedar la red de Centros de Atención de Drogodependientes, la situación de pacientes y de interinos", ha apostillado.

De este modo,
María Pérez ha anunciado a este diario que seguirán con movilizaciones hasta que consigan una respuesta por parte del Consistorio madrileño. "Queremos sensibilizar a la población", ha destacado.
Con este objetivo, los trabajadores han establecido
tres turnos de encierro. Las personas que trabajan por las mañanas (de 8 a 15.30 horas) acudirán a la parroquia por la tarde y los que lo hagan por las tardes (de 13.30 a 20.30 horas) se encerrarán por las mañanas. El turno de encierro de noche será rotatorio.
Rubén Tejedor, secretario General de UGT Madrid, ha indicado que han elegido para encerrarse la
parroquia San Carlos Borromeo, situada en Entrevías, porque la consideran un sitio "neutral" del que esperan no ser desalojados, tal y como aseguran que les ocurrió en anteriores encierros en diversos Centros de Atención a Drogodependientes.

Con los abrigos puestos a causa del frío que hace en la iglesia, los 'encerrados', en su mayor parte personal sanitario, además de realizar asambleas, como la que se ha realizado a las 18.00 horas de este viernes, llevan a cabo cursillos de primeros auxilios y otras materias relacionadas.
Según ha indicado Tejedor, "el tema viene de largo" y ha estimado que
el conflicto comenzó hace un año y medio. De esta forma ha recordado que las Administraciones no renovaron los acuerdos que mantenían con empresas u organismos privados dedicados a la atención de drogodependientes, lo que desembocó en el cierre de algunos Centros Concertados de Atención a Drogodependientes (CCAD), que dejaron de funcionar el pasado 31 de diciembre.

Además, Tejero ha indicado que en la Ley de Presupuestos y en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Comunidad de Madrid se fija que los trabajadores interinos no pueden incorporarse al cuerpo administrativo de la Comunidad de Madrid.
"Esto desembocará en que los 212 trabajadores que trabajan en los CADs y que, en su mayoría son personal eventual, no podrán incorporarse a la Administración de la Comunidad cuando se produzca el traslado de competencias", ha explicado Tejedor, que ha señalado que la reducción de plantilla "dañará la atención a los drogodependientes".