La empresa encargada de ejecutar la demolición del estadio Vicente Calderón ha colocado, a petición del Ayuntamiento de Madrid, nuevas medidas de seguridad para evitar la caída de cascotes al río Manzanares, antes de acometer el derribo de la última tribuna que queda en pie.
Operarios de la obra han instalado este martes nuevas lonas en la parte inferior de la estructura por indicación de la Confederación Hidrográfica del Tajo, que se dirigió al Ayuntamiento de la capital el pasado viernes para solicitarle la gestión. Días antes la organización Ecologistas en Acción había presentado una denuncia ante la CHT en la que requería la "inmediata paralización de las obras" al estar arrojándose escombros al río Manzanares.
Fuentes del área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento aclaran que "con esta petición, la Confederación Hidrográfica del Tajo no quiere decir que las obras no estuvieran desarrollándose de manera segura". De hecho remarcan que, en todas las inspecciones de este organismo, sus técnicos han trasladado al Ayuntamiento que todo se está haciendo de manera correcta. "Si la Confederación hubiese visto que las cosas no se están realizando como deben, lo que hubieran hecho es pedir la paralización de las obras, y no lo han hecho", subrayan.
Asimismo añaden que "antes de su instalación no estaban cayendo cascotes al cauce del río Manzanares, sino que estos caían a la malla instalada a tal efecto y que se limpia diariamente", por lo que ahora hay dos filtros para evitar los vertidos y el daño ambiental que podrían provocar en un río que se ha renaturalizado.
En la denuncia presentada por Ecologistas en Acción critican que la demolición de esta grada del estadio se haga hacia el río y no hacia dentro. En su momento desde el Ayuntamiento ya se explicó que la tribuna del estadio está en el mismo plano del cajero del río y esta era la única posibilidad de ejecutar la demolición, una solución autorizada por la Confederación.