El dramaturgo Juan Carlos Rubio retoma un tema que ya trató en 2009 en su comedia 100 m2: el problema de encontrar piso. Se estrenó primero en Miami y después se pudo ver hasta en catorce países. Bernabé Rico dirigió la versión cinematográfica en 2020 con el título de El inconveniente. Y esta nueva versión teatral se titula también El inconveniente, aterrizando en Madrid desafiando al buen tiempo y al final de temporada.
El inconveniente del título es Lola, una septuagenaria propietaria de un estupendo piso que ha puesto a la venta. Claro que, como condición innegociable es que ella vivirá en la casa hasta su muerte. La vivienda está en un buen barrio y llama la atención del joven Luis. La agente inmobiliaria le muestra la casa, de gran superficie, luminosa y con un precio bastante razonable. Así que el joven cree que es lo que anda buscando y lo que se adecua a su categoría social. Lola, la dueña, parece que puede morir en un plazo no muy prolongado porque ha sido operada del corazón en dos ocasiones. Todo parece indicar que no durará mucho así que Luis compra el piso. Lola, mientras tanto, parece tener una envidiable salud, frustrando las expectativas del nuevo propietario. Además, a éste se le empieza a complicar la vida, lo que le llevará a establecer nuevas y sorprendentes relaciones.

Tenemos que remontarnos al año 1959 cuando Marco Ferreri y el siempre genial Azcona, rodaron El pisito. La historia tiene muchos elementos comunes porque en ella también una anciana, aparentemente enferma, accede a casarse con un joven para que este pueda heredar su vivienda y volver a contraer matrimonio con la novia de siempre. Otra historia de parejas con dificultades para encontrar vivienda. De El pisito se hizo una versión teatral en 2009.
Han pasado más de sesenta años y los jóvenes siguen teniendo casi imposible encontrar piso. Aunque, en la comedia de Rubio, la situación gira más bien sobre la situación de soledad en que se encuentra la anciana. En ambos casos, al espectador le queda una sensación agridulce después de ver estas aventuras. Además, que los ancianos pongan a la venta sus viviendas de toda la vida para aguantar dignamente sus últimos años, es una realidad social cada vez más extendida.

Como doña Lola en El inconveniente, aparece Kiti Manver, actriz preferida del productor y del autor en sus últimos trabajos. Manver es lo que siempre se ha llamado una actriz todo terreno capaz de enfrentarse con solvencia a personajes de cualquier estilo. La última vez que la vimos en un escenario fue con la comedia Juntos, dirigida por Rubio. Cristóbal Suárez cumple ya veinticinco años sobre los escenarios, en los que debutó a las órdenes de Miguel Narros en La vida que te di. En este cuarto de siglo ha forjado una gran carrera con numerosos trabajos con Miguel del Arco y su Kamikaze. El tercer personaje, la agente inmobiliaria reconvertida a comercial a domicilio, corre a cargo de Marta Velilla, a la que hemos visto en las últimas temporadas formando parte de La Joven.
El inconveniente se representa en el
teatro Pavón hasta el 9 de julio.