¿Cuántas veces has escuchado aquello de “el perro es el mejor amigo del hombre”? Lejos de tratarse de una frase hecha o de una simple falacia, la ciencia parece respaldar este refrán popular tan común en nuestros días. Entre los beneficios de convivir con un can, un estudio publicado por la revista científica Current Biology apunta a su capacidad para cuidar de nuestra salud mental, reducir el estrés y la ansiedad, paliar la depresión y el sentimiento de soledad y, además, mejorar nuestros hábitos y vida social. Así, el perro termina por convertirse en un compañero de vida idóneo, tanto para aquellos que viven solos como aquellos que lo hacen con sus familias. No en vano son más de 280.000 los canes registrados en el censo de animales domésticos de Madrid en el año 2021. Puente de Vallecas es el distrito con mayor número de perros censados, hasta 23.675, seguido por Carabanchel, con un total de 20.595, y Latina, con 19.253. Por el contrario, a la cola de este particular ranquin se situarían Moratalaz, con 6.865, Vicálvaro, con 5.335, y Barajas, con 5.139.
Pese a la tendencia al alza en cuanto a la tenencia de mascotas, lo cierto es que cuidar y educar correctamente a un perro es una enorme responsabilidad, que implica gran dedicación y cariño y de la que muchos dueños parecen no ser aún del todo conscientes. Fruto de la inconsciencia, esto puede derivar en problemas de convivencia y molestias para otros ciudadanos, fundamentalmente en lo relativo al ruido producido por los ladridos o la no recogida de sus deposiciones en la vía pública. Es precisamente la proliferación de las heces caninas la que preocupa a muchos vecinos de la capital, que ven en esta cuestión un problema de salud pública con dos pilares fundamentales: el incivismo ciudadano y la falta de implicación por parte de las autoridades competentes. “Venimos denunciando esta situación desde hace varios años. En concreto, desde 2018. Entonces, nadie recogía absolutamente nada. No podíamos seguir así y, aunque la situación ha mejorado bastante, aún notamos una dejadez importante”, lamentan desde la Asociación de Vecinos Barrio Moscardó, en el distrito de Usera.
“Venimos denunciando esta situación desde hace varios años"
Hartos de denunciar el alto grado de suciedad en las aceras del barrio y con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de la importancia de recoger los excrementos de sus mascotas, desde la propia asociación vecinal Moscardó llevan a cabo, desde hace ya más de dos años, la campaña ‘Warripop, el portal del incívico’. A través de una serie de sencillos carteles que emulan el conocido portal de compra y venta Wallapop, los vecinos plantean una batería de hasta 50 propuestas para mejorar la salubridad del entorno. Entre ellas destaca la aplicación de la Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y de Gestión de Residuos vigente en la capital y que establece que “las personas que lleven animales de cualquier especie serán responsables de cualquier acción de los mismos que ocasione suciedad en las vías y espacios públicos, así como en los parques y demás zonas verdes”. La normativa también recoge que “cuando las deyecciones de los perros u otros animales queden depositadas en la vía pública, espacios públicos, o en los parques y demás zonas verdes, la persona que lleve el animal está obligada a proceder a su recogida y limpieza inmediata, así como a su depósito en los lugares destinados al efecto”.
Por último la vecindad del barrio destaca la necesidad de que las campañas que vaya a desempeñar el Ayuntamiento no se limiten únicamente a un periodo de tiempo determinado, sino que sean permanentes y con mayor presencia en los medios de comunicación. “A pesar de la mejoría, seguimos pensando que las campañas no pueden limitarse a unas pocas al año. Deberían ser continuas, con periodicidad mensual en vez de una cada tres meses, y que aparezcan mucho más en la televisión y la radio”, explican. Asimismo, ponen de relieve la importancia de “invertir en limpieza” para “invertir en salud”. “En cuanto se relaja la limpieza, esto es un caos. Hay que tener más personal recogiendo la basura, más papeleras y realizar un baldeo de las calles de forma periódica. Una vez que se les da todas las facilidades para actuar correctamente, también se deberían tomar medidas más serias contra aquellos que dejan la basura fuera de los cubos o no recogen las deposiciones de sus mascotas”, concluyen.
Grandes urbes como Barcelona ya han apostado por endurecer las sanciones contra la no recogida de excrementos y otras actuaciones incívicas, como las pintadas y grafitis sobre el mobiliario urbano u orinar en la vía pública.
La presencia de excrementos en las calles, plazas, jardines y parques de nuestras ciudades trae consigo problemas medioambientales y de salubridad. Son, además, un factor de riesgo para el contagio de enfermedades, especialmente entre los más pequeños. Asimismo, estas heces dificultan las tareas de limpieza, lo que incrementa los gastos municipales. Por último, cabe destacar que afectan negativamente a la imagen de la ciudad. A pesar de todo, continúa siendo relativamente común toparse con excrementos al pasear por las calles de Madrid.
Los municipios se ponen las pilas
En la línea de la concienciación social como vía para terminar con la problemática de las heces caninas, consistorios repartidos por toda la región han puesto recientemente en marcha diferentes campañas. Por alto grado de originalidad, destaca la del Ayuntamiento de Arroyomolinos. Bajo el lema “Si no recoges su caca, Mr. Truño te ataca”, se pretende acercar a todos los arroyomolinenses este mensaje de una manera directa y amena. La iniciativa consta de un vídeo explicativo, carteles y folletos. La no recogida de las heces caninas, según la normativa municipal, supone sanciones administrativas y multas de hasta 3.000 euros.

"Pedimos responsabilidad y colaboración a los dueños"
La alcaldesa de Arroyomolinos, Ana Millán, ha señalado que “no se debe tomar a la ligera un tema que genera malestar, quejas, falta de higiene e importantes gastos para todos, pero sí que hemos intentado darle una vuelta al mensaje y transmitirlo de una manera muy cercana y muy divertida para que de verdad cale en la población. Apelamos a los dueños de las mascotas y les pedimos colaboración, responsabilidad y que no olviden que se enfrentan además a importantes sanciones. Desde el Ayuntamiento apostamos por solventar un problema que nos afecta a todos”.
Entre las medidas figuran la colocación de hasta 3.000 dispensadores con bolsas para recoger excrementos. Asimismo, nueve informadores distribuidos por el municipio que han hecho llegar este mensaje a los vecinos. Uno de ellos incluso ha recorrido las calles de del municipio caracterizado como ‘Mr. Truño’, el protagonista de esta iniciativa, quien ha interpelado a todos aquellos vecinos que no recogían los excrementos de sus perros. Asimismo, se ofrecen bolsas para la recogida de excrementos a los dueños de perros censados en el municipio, una vez al mes y de manera gratuita, en la sede de la Concejalía de Política Social, Familia y Sanidad, situada en la calle Carcavillas, s/n.
Más allá del efecto disuasorio de las multas y las campañas de concienciación y tal y como demuestra la experiencia en numerosos municipios madrileños, como son Meco y, más recientemente, Ajalvir, una de las medidas de mayor éxito en cuanto a la reducción de las heces caninas en la vía pública pasa por el análisis de los propios excrementos con el objetivo de crear un banco de ADN de las mascotas que permita identificar a los infractores.