El personal de enfermería de nuestro país no puede más. Los bajos ratios de sanitarios, el déficit de profesionales con plantillas que recuerdan a los niveles previos a la pandemia y el continuo “bloqueo” en el Congreso de la Ley de Seguridad del Paciente son algunos de los principales problemas que atraviesa el sector en la actualidad. A todo ello hay que sumarle, además, la situación crítica que viven las enfermeras de la Comunidad de Madrid, que han tenido que hacer frente tanto a la no renovación de los contratos de refuerzo Covid, como a la mala gestión de la Oferta de Empleo Pública, convocada por última vez hace cuatro años y sin resolución hasta el momento. Todo ello ha provocado que, el martes 26 de abril, cientos de enfermeros, a iniciativa de SATSE, hayan sido convocados para participar en una concentración a nivel nacional que tendrá lugar frente al Congreso de los Diputados, a partir de las 11:00 horas.
Fue en diciembre de 2020 cuando la mayoría de los grupos políticos respaldaron la tramitación parlamentaria de la Ley de Seguridad del Paciente en la Comisión de Sanidad. Se trataba de una iniciativa legislativa popular promovida desde SATSE y con el aval de las 700.000 firmas recogidas ante la necesidad inminente de establecer un número máximo de pacientes por enfermera en los hospitales y centros de salud de nuestro país. Sin embargo, casi dos años después, la propuesta del sindicato para situar a España a la cabeza del mundo a la hora de garantizar atención sanitaria y cuidados continúa bloqueada. En consecuencia, millones de españoles se mantienen a la espera de una solución “que evite que puedan sufrir más riesgos si tienen que ser atendidos en el sistema sanitario”.
“No entendemos cómo los grupos políticos, y en concreto en estos momentos el PSOE, que es quien está pidiendo prórroga tras prórroga, mantengan paralizada una ley que lo que busca es garantizar la seguridad de los pacientes en centros sanitarios”, explica María José García, portavoz de SATSE. Dicha ley establecería una asignación de un máximo de entre seis y ocho pacientes por cada enfermera en los hospitales españoles y, en caso de los centros de salud, la asignación de población para cada sanitario no podría superar nunca los 1.500 habitantes. Una medida que significaría romper con la realidad vivida en nuestro país, donde las cifras elevan a entre 20 y 25 el número de pacientes que cada enfermero atiende en hospitales y de entre 1.600 y 2.000 personas en el caso de los centros de salud.
Una situación que desde el sindicato consideran “una vergüenza” y un hecho completamente inexplicable que necesita una rápida solución. Para ellos, una declaración de intenciones que demuestra “lo poco que importa la seguridad de la asistencia sanitaria de todos los españoles”. “Tenemos evidencia científica que demuestra que el hecho de que una enfermera atienda a más de ocho pacientes supone el aumento de riesgo de efectos adversos, complicaciones e incluso mortalidad de los pacientes que están a su cargo”, cuenta María José a Madridiario.
La Comunidad de Madrid, a la cola de Europa
Desde SATSE Madrid denuncian la precaria situación que atraviesa la sanidad madrileña, que cuenta en la actualidad con una media de 4,2 enfermeras por cada 100.000 habitantes. Unos números por debajo de la media europea, que se sitúa en 8,8 enfermeras por cada 100.000 habitantes. En el caso de la Atención Primaria, la Comunidad se mantiene también por debajo de la media nacional con 49 enfermeras por cada 100.000 habitantes, frente a las 66 de media en nuestro país. Tal y como calculan desde el colectivo ante estas cifras, el gobierno regional debería proceder a la contratación de unas 4.000 enfermeras para Atención Primaria y unas 12.000 para todos los ámbitos de la Comunidad.

“Ha habido, en teoría, un aumento de personal en las plantillas de los hospitales. Sin embargo, ese aumento no es real porque tapa huecos que ya existían de antes. La población aumenta, pero el número de enfermeras no ha aumentado hasta ahora. Dicen que han contratado 1.300 enfermeras, pero son enfermeras que hacían falta ya de antes de la pandemia”, explica Ricardo Furió Sabaté, secretario autonómico de Acción Sindical de SATSE Madrid.
Uno de los principales reclamos de los sanitarios madrileños es la necesidad de crear espacios independientes para poder atender a pacientes que sufren patologías diferentes. Para ello, el aumento del personal se convierte en una necesidad imprescindible a la hora de poder prestar un servicio de calidad diferenciado en función de las enfermedades de los usuarios. “Una sospecha de Covid no puedes juntarla con un paciente normal. No se ha dicho que la pandemia se haya terminado, aunque ya no haya mascarillas. El virus está ahí y hay que seguir teniendo cuidado. Necesitamos más personal para poder atenderles”, cuenta Ricardo a Madridiario.
"La sanidad madrileña no está preparada para otra ola"
La posibilidad de un aumento en los casos en las próximas semanas derivado de la reciente eliminación de las mascarillas en espacios interiores se ha convertido también en otra de las principales preocupaciones del personal sanitario durante los últimos días. Tal y como afirman desde Satse Madrid, la Sanidad madrileña no estaría preparada para una nueva ola como la vivida durante las fiestas navideñas, no siendo posible hacer frente de nuevo a un ritmo tan vertiginoso de contagios y hospitalizaciones. “Se han despedido a más de 3.500 enfermeras. Si hubiese otra ola como las que hemos tenido, habría que contratar a todas las que se han ido a la calle. En caso de producirse, el número de ingresos es tan rápido y en tan corto tiempo que hace falta muchísimo personal. Ahora mismo tenemos la plantilla como antes del Covid, cogida con pinzas y los justos y necesarios”. Una situación extrema a la que, aseguran, no pueden seguir haciendo frente y sobre la que critican que el gobierno regional responda siempre con las mismas “excusas”. “Siempre dicen que es que no hay dinero. Igual hay que eliminar el dinero de otras partidas. Madrid presume de ser el motor de España, la que más economía genera y la que mas crece económicamente hablando, pero es la que menos invierte en Sanidad. Es la única excusa que hay, que no invierten lo suficiente”, explica Ricardo.

Cuatro años a la espera del resultado de las oposiciones
Entre las soluciones propuestas por el sindicato para atajar los problemas que vive la sanidad madrileña en estos momentos, destaca no solo la ampliación de las plantillas sino la estabilización del empleo. Para ello, consideran necesario convocar ofertas públicas de empleo “ágiles y resueltas en poco tiempo”, además de una mejor conciliación, la jubilación anticipada o un aumento salarial.
Miles de sanitarios continúan después de cuatro años a la espera de la resolución de la última Oferta de Empleo Público convocada en la región. Una situación que, tal y como señalan, está generando incertidumbres y que “muchas profesionales madrileñas estén aceptando plazas fijas en otras comunidades que ya las han resuelto”.
Del mismo modo, denuncian que la normativa autonómica ha supuesto pérdidas económicas sobre todo para las matronas y fisioterapeutas de Atención Primaria que han tenido que hacer frente a una reducción de sus ingresos de en torno a los 200 euros mensuales.