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Ópera 'La Dolores', en el Teatro La Zarzuela
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Ópera 'La Dolores', en el Teatro La Zarzuela (Foto: Antonio Castro)

‘La Dolores’, una recuperación imprescindible

El drama de 'La Dolores', en el Teatro de la Zarzuela

jueves 26 de enero de 2023, 12:56h

El teatro de La Zarzuela estrena un nuevo montaje de La Dolores, ópera española que no se representaba en Madrid (Teatro Real) desde el año 2004. La expectación en el mundo de la lírica es grande y las localidades están casi agotadas para todas las representaciones.

Tomás Bretón estrenó esta gran obra de la música española, el 16 de marzo de 1895 en este mismo escenario de La Zarzuela. Al día siguiente la prensa fue unánime en los elogios:

-Creemos que no hayan resonado nunca en el teatro de la calle de Jovellanos tantos y tan grandes aplausos como se oyeron anoche. (El Día); Noche fue la de ayer solemne, grande, gloriosa, inolvidable para cuantos asistimos al estreno de la ópera del maestro Bretón en el teatro de la Zarzuela. El éxito que obtuvo fue de los más grandes que he presenciado. Un triunfo franco, espontáneo y unánime. La música de La Dolores sugestionó, fanatizó y enloqueció al público. (Heraldo de Madrid); Aplaudido, aclamado, vitoreado y llevado en triunfo hasta su casa, fue anoche el maestro Bretón. Dicho está que su última obra La Dolores alcanzó un éxito extraordinario y merecido. (La Iberia).

La obra se representó durante casi dos meses seguidos, cosa bastante insólita en aquella época. Bretón partía de una historia que había triunfado en el teatro. José Feliú y Codina había estrenado su comedia de este título el año 1982 en Barcelona y en marzo de 1893 en La Comedia madrileña, con María Guerrero en el papel protagonista. El éxito también fue rotundo.

La Dolores es un drama tremebundo basado en una copla (Si vas a Calatayud, pregunta por la Dolores…) que Feliú y Codina oyó en una localidad aragonesa. Si existió o no la famosa, y denigrada, Dolores, todavía se discute. La chica trabajaba en una fonda de Calatayud y mantuvo amores con un desalmado que se dedicó a destruir su honor, pregonando su facilidad para hacer favores a los hombres. Dolores tiene varios pretendientes, el rico don Patricio y el sargento Rojas. Los dos, y su antiguo amante, la rondan ante la mirada crítica de todo el pueblo. Pero tiene un tercer enamorado: el seminarista Lázaro quien, a punto de cantar misa, le confiesa su amor. Lázaro será quien vengue a Dolores de la infamia en un duelo mortal.

Sobre estos mimbres, Tomás Bretón compuso una partitura orquestalmente formidable y vocalmente a la altura de cualquier ópera mundial. Los personajes protagonistas tienen momentos de extraordinario lucimiento. Sobre todo, el tercer acto, es durísimo para la soprano y el tenor que, entre otras páginas, cantan el famoso dúo Di que es verdad que me quieres, pleno de dramatismo y uno de los más bellos de la lírica española. El compositor no quiso desaprovechar la fuerza del folclore aragonés e introdujo la jota, cantada y bailada, en primer acto.

Amelia Ochandiano, directora de este nuevo montaje, aprovecha la sordidez del ambiente en que se desarrolla la historia para hacer una propuesta verista, dando protagonismo a la música y a la voz sobre una escenografía sugerente que sirve para todos los ambientes en que se mueven los personajes. Los ha vestido a la manera de los pueblos, sin lujos, pero con dignidad y una hermosa paleta de colores. Es un acierto que los bailarines de la gran jota, lleven también las mismas ropas que los vecinos. Para ese gran momento, ha contado con la coreografía del zaragozano Miguel Ángel Berna, que también actúa como solista. En el ensayo general, con decenas de estudiantes de instituto en el patio de butacas, las aclamaciones tras la jota se prolongaron durante más de cinco minutos. El entusiasmo se reprodujo al final.

La Dolores exige grandes cantantes, como grandes orquestas y coro y cuerpo de baile. Tal vez por eso se representa tan poco. En esta producción la protagonista se reparte entre Saioa Hernández y Carmen Solís. Lázaro, el atribulado seminarista, está interpretado por Jorge de León y Javier Palacios. Participa el coro de voces blancas Sinan Kay. La dirección orquestal corre a cargo de Guillermo García Calvo.

La Dolores se representa hasta el 12 de febrero.
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