Ana María Ventura fue una de las actrices formadas en el Instituto del Teatro de Barcelona en la inmediata posguerra, que dieron el salto profesional a Madrid. Fue el caso de Asunción Balaguer, Aurora Bautista… Ana María, cuya familia no tenían ninguna relación con el mundo artístico, entró sin embargo en contacto con el teatro en la infancia. Con cinco años la inscribieron en la Escuela del Mar, que dirigía Pedro Vergés y Farrés en las instalaciones del Club Natación Barcelona. Siendo adolescente trabajó junto al pintor y orfebre Lluís Masriera, que tenía una pequeña compañía llamada Teatro Studium, establecida en lo que había sido su taller. El año 1946, tras pasar por el Institut fue contratada como dama joven en la compañía del barcelonés teatro Romea.
Una gran parte de su carrera teatral estuvo ligada al teatro María Guerrero. Gracias a José Luis Alonso entró en su compañía cuando era Teatro Nacional. Estuvo en ella diez temporadas participando en montajes como A Electra le sienta bien el luto, 1965; Así es si así os parece, 1967; Romance de lobos, 1970; El círculo de tiza caucasiano, 1971, Misericordia, 1972… En las últimas décadas del siglo pasado volvió regularmente a esta sala. Así que no es extraño que la última vez que se subió a escena fuera en el teatro de sus inicios, con Woyzeck, el año 2011.
Tras instalarse en Madrid, Arturo Serrano la fichó para su compañía del teatro Infanta Isabel, una legendaria formación en la que estaban Isabel Garcés, Irene Caba Alba, Ricardo Juste, Pedro Porcel... Fueron sus años de “dama joven” con pequeños papeles en Tres mil pesos, 1947; La boda era a las doce, 1948; Por amor se pierde el juicio, 1949, Solo vivimos un día, 1949 o Coartada, 1959.
En sus primeros trabajos profesionales conoció al actor José Luis López Vázquez, con el que se casó en octubre de 1951. Tras el matrimonio redujo su trabajo en la interpretación. Pero intervino, por ejemplo, en Bobosse (1955), junto a su marido y en la compañía Marsillach-Soler Leal. El matrimonio duró aproximadamente una década. Reincorporada plenamente al teatro madrileño comenzó una interesante etapa en la que estrenó a algunos de los autores más innovadores. José Luis Alonso volvió a contar con ella para sus montajes en el teatro Español: El galán fantasma, 1981 y Don Álvaro o la fuerza del sino, 1983.
Durante casi veinte años fue presencia imprescindible en los estrenos de Francisco Nieva. Su primera colaboración se remonta al año 1976, en el estreno de La carroza de plomo candente. Después vendrían La señora Tártara, 1980; Coronada y el toro, 1982; El baile de los ardientes, 1990; Españoles bajo tierra, 1992 y Pelo de tormenta, 1997.
Ana María Ventura Mayoral nació en Barcelona el 23 de mayo de 1923. Ha fallecido en Madrid el 22 de julio de 2021.