Dos militantes de Futuro Vegetal han tratado de adherir sus manos con pegamento a los micrófonos del atril de la tribuna de oradores en el salón de plenos del Congreso de los Diputados esta mañana. Aprovechando el turno libre de visitas al hemiciclo, dos de las activistas se han subido a la tribuna y un tercero ha colgado una bandera.
Este movimiento, al que ya vimos pegándose a los marcos de las Majas de Goya en el Museo del Prado, al asfalto de la M-30 en la operación salida de Navidad y lanzando pintura a la decoración de Cortylandia, cambia ahora la escenografía de sus reivinidicaciones para demandar al Gobierno el fin de las subvenciones a la industria ganadera y utilizar ese dinero para una transición a un sistema agroalimentario basado en plantas que sea social y ecológicamente justo
"Tenemos un mensaje para el gobierno: Si en febrero no paran las subvenciones a la ganadería, Futuro Vegetal escalará en constante disrupción", advierte esta formación ecologista que añade "ya lo avisamos, pero nuestra demanda todavía sigue siendo ignorada porque pone en jaque los intereses de la mafiosa industria cárnica".
Futuro Vegetal menciona la frase "Estamos en una autopista hacia el infierno climático y seguimos pisando el acelerador”, del secretario general de la ONU, para recordar que las consecuencias atroces de la crisis climática "ya están aquí en forma de sequías y pérdidas de cosechas".
Los activistas han sido rápidamente desalojados por el personal de la Cámara sin que hubiera daños. Tras tomarles los datos, han sido expulsados de las instalaciones parlamentarias. Sí les ha dado tiempo a captar mágenes del momento para poder difundir su acción en las redes sociales con el mensaje de "Decimos Basta. Esto es una Emergencia Climática".