El Ayuntamiento (PP y Ciudadanos) colgará la bandera LGTBi del Palacio de Cibeles, sede del Consistorio, pese a la presión de los ultraconservadores. Inmaculada Sanz, portavoz del Gobierno municipal, ha asegurado en una rueda de prensa que la posición del Ejecutiva “es clara y nítida” respecto a la celebración del Orgullo y la colocación del símbolo arcoíris. Lo ha hecho tras las peticiones del sector ultraconservador, representado por Vox y la asociación Hazte Oír. Los primeros expusieron hace días su rechazo a esta decisión mediante Twitter –“es un lobby que odia a todo el mundo”- y los segundos han entregado en el registro municipal este jueves casi 17.000 firmas para impedirlo.
“Respeto su opinión, pero el Orgullo aporta valor y nos da una visión del Madrid diverso en el que queremos convivir”, ha respondido la también responsable del Área de Salud, Seguridad y Emergencias. Además, ha asegurado que el PP “tiene muy claro el modelo de ciudad” que quiere. “No hemos venido a contentar a la izquierda pero tenemos claro cuáles son nuestros valores”, ha afirmado.
De este modo, Sanz ha cortado de raíz las ansias de Hazte Oír, cuyo portavoz, Javier Villamor, se ha concentrado junto a otras tres personas frente a Cibeles. “Pedimos a [José Luis Martínez-] Almeida que no cuelgue la bandera LGTBi porque no representa a todos los ciudadanos ni a todos los miembros del colectivo”, ha declarado ante los medios de comunicación.
En este punto, ha cogido prestado de Vox el discurso de los “chiringuitos” y ha pedido a la Corporación local que no financie a asociaciones como COGAM o la FELGTB (Federación estatal de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) porque, a su parecer, “utilizan de manera sectárea” el Orgullo. Asimismo, ha aprovechado el veto al PP y a Cs para azuzar a Almeida e invitarle a que “no intente contentarles porque le van a escupir igual”.
Así, el otro motivo por el que el representante de la asociación que fletó un autobús tránsfobo ha realizado la entrega de firmas es “para pedir que se cumpla la normativa de ruidos, de basura y de limpieza”, ya que el Consistorio suele derogarlas para esos días -al igual que el reglamento de descanso de los taxis-, ya que la ciudad llega a albergar a más de un millón de visitantes.
“Sobre todo, que se controle el tema del exhibicionismo”, ha insistido Villamor, que ha contado que cuando él llegó a Madrid hace 14 años y, “lógicamente”, asistió al Orgullo vio cómo “ciertos grupos mostraban los genitales o actitudes sexuales denigrantes, como tratar a personas como si fueran perros con correas en mitad de la calle, incluso cuando hay menores”.
Además, ha opinado que la sexualidad es “de ámbito privado, aunque haya grupos que digan que lo privado es político” y que “así debe seguir siendo”. “Esto se ha convertido en una fiesta que poco o nada tiene que ver con una protesta por los derechos del colectivo”, ha añadido. Cabe destacar que, pese a que lo habían solicitado, no les ha recibido ningún miembro del Gobierno y han depositado las firmas en el registro.
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