El presidente de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid confía en que el equipo de Isabel Díaz Ayuso no pondrá ningún inconveniente en dejar que dirijan el Parlamento regional. Es más, incluso asegura tener claro ya el nombre a proponer, aunque no confirma ni desmiente que el candidato sea el expresidente (del PP) Ángel Garrido. Aguado responderá este martes a la carta de Gabilondo, pero sigue sin levantar el veto al PSOE. Sus únicos socios para negociar el Gobierno de la Puerta del Sol, dice, son los populares.
Isabel Díaz Ayuso podría ser la presidenta de la Comunidad de Madrid si a cambio deja que sea Ciudadanos quien se haga con el poder en el Parlamento regional. Ese es el primer órdago lanzado por los naranjas, según ha explicado este martes su líder autonómico en una rueda de prensa en la sede de Ventas.
Ignacio Aguado ha anunciado que la primer petición que realizará al PP es presidir la Mesa de la Asamblea de Madrid y hasta ha reconocido, en conversación con los periodistas, tener claro el nombre del candidato "o candidata" para hacerlo. En cambio, no ha querido confirmar ni desmentir que su favorito para dicho puesto sea el expresidente Ángel Garrido. Tampoco ha querido hablar del reparto de posibles Consejerías y cargos de Gobierno. De momento, ha señalado, toca hablar de programa y luego de sillas.
Después de su reunión "informal" y "cordial" de la semana pasada con Ayuso, Aguado dejará ahora en manos del equipo negociador regional los siguientes pasos. Así, serán César Zafra, Ángel Niño, Francisco Lara (que dejó su puesto en la lista -el 13- para cedérselo a Garrido) y Araceli Gómez los encargados de sentarse con los populares para seguir avanzando hacia un pacto de investidura y Gobierno en la Comunidad y en todos los Ayuntamientos, a excepción del de Madrid capital, que tendrá su propio comité negociador.
Reloj electoral
El primer paso será, precisamente, conformar la Mesa, dado que el próximo 11 de junio se celebrará la sesión constitutiva de la Cámara. Después, habrá "un poquito más de plazo" -en palabras de Aguado- para negociar el Ejecutivo.
Por ello, el líder de los naranjas no ha querido pensar en futuribles y se ha negado a responder sobre qué haría si Vox no apoya un pacto de PP y Cs. En ese caso, habría dos posibles opciones: o Ciudadanos se abstiene para que pueda gobernar Ángel Gabilondo (PSOE) con el apoyo de Íñigo Errejón (Más Madrid) e Isa Serra (Podemos) o se repetirían elecciones.

Los plazos apremian: según el nuevo Reglamento de la Asamblea, como muy tarde el 3 de julio tiene que celebrarse un pleno de investidura. En caso de que ésta sea fallida -incluso puede darse el caso de que no se presente nadie-, empezará a correr el reloj y las correspondientes formaciones tendrán otros dos meses para llegar a un acuerdo. El 3 de septiembre, si no hay Gobierno, se convocan elecciones automáticamente.
Ni Vox ni PSOE
El líder de Ciudadanos abogó por dar un respiro al PP para decidirse y dijo no tener "prisa" pero tampoco querer que el proceso se alargue demasiado. "Madrid necesita un Gobierno, necesita certidumbre", opinó.Y dejó la responsabilidad en el tejado de Vox. Frente a la insistencia de los de Santiago Abascal -con Rocío Monasterio al frente en la Comunidad- por pedir "respeto" para sus votantes (es decir, puestos de Gobierno y una negociación con una mesa a tres, foto incluida), Aguado enfría sus expectativas. Insiste en que cumplirá lo prometido en campaña: hablará con todos pero solo negociará con el PP.
"Vamos a intentar pactar un programa de centro liberal que sea tran atractivo que ningún partido tenga razones para votar en contra", defendió. Y agregó: "Vox tendrá que decidir si quiere seguir los pasos de Podemos y entra en las instituciones para bloquear o si vienen a construir", les criticó también por haber rechazado los presupuestos en Andalucía. "Nosotros hemos demostrado que en la oposición se puede hacer política útil. Lo demás es guiarse por el sectarismo y no por el pragmatismo", zanjó.
Una vez más, Aguado incidió en que su socio prioritario, "siempre que ellos quieran", sigue siendo el PP. La base inicial del acuerdo será, además de la Presidencia de la Asamblea, la firma del decálogo aprobado por la Ejecutiva nacional que, a priori, no presenta diferencias ideológicas con los populares. En cambio, su exigencia de apoyar la aprobación del artículo 155 de la Constitución para intervenir la Autonomía de Cataluña o la de bajar impuestos sí supone un escollo en el posible acercamiento a los socialistas.
De hecho,el líder de los naranjas ha asegurado que hoy mismo responderá a la carta enviada por Gabilondo la semana pasada para iniciar contactos entre formaciones, pero, aunque está dispuesto a reunirse, descarta por completo pactar con el PSOE. "Si de nosotros depende, Gabilondo seguirá cuatro años en la oposición junto a sus dos socios de Podemos 1 y Podemos 2", concluyó".