El Clásico del Camp Nou ha dejado como claro ganador al FC Barcelona, que le ha endosado un 5-1 al Real Madrid en esta décima jornada de LaLiga Santander pese a no contar con el lesionado Leo Messi, gracias a un 'hat-trick' de Luis Suárez que deja a los blancos a siete puntos y podría significar el adiós de Julen Lopetegui como técnico madridista.
Una buena primera parte del Barça y un final potente permitieron a los blaugranas recuperar el liderato, ganar otra vez un Clásico en LaLiga en casa después de tres ocasiones sin hacerlo -una victoria del Madrid y dos empates-, y alejar a esos siete puntos al eterno rival, que tuvo 20 minutos de gloria pero sigue en crisis.
Al final del encuentro pudo llegar el sexto del Barça, pero lo evitó Courtois ante Suárez, o el 5-2 del Madrid, pero erró Benzema la segunda gran ocasión que tuvo este domingo. Movió bien las fichas Lopetegui al descanso y pudo meterse en el partido su equipo, pero Valverde respondió bien. Arturo Vidal, recién entrado, puso el 5-1 de cabeza a centro de Dembélé.
Cabe destacar que el partido pasará a la historia por ofrecer el primer penalti pitado por el VAR en un Clásico sobre Suárez por empujón de Varane y marcado por el uruguayo, que no engañó a Courtois pero sí le superó.
El segundo gol de Suárez llegó de cabeza poniendo el 3-1. Y el tercero gracias a un balón largo de Sergi Roberto, que la robó a Sergio Ramos, y vaselina ante la salida de Courtois.
En la primera parte el Barça dominó el partido, con mejor presión y posicionamiento, dos goles y ocasiones para ampliar más el marcador, como la gran parada a mano cambiada de Courtois a disparo colocado de Arthur o una contra, justo antes del descanso, que Luis Suárez no culminó. Sí entró, en el minuto 11, un disparo de primeras de Coutinho tras una buena jugada colectiva, y el penalti a la media hora.
Para intentar cambiar el guión del partido, tras ese 2-0 al descanso, y propiciado por las molestias de Raphael Varane, Julen Lopetegui optó por situar una defensa de tres, con Nacho, Casemiro y Ramos, con Lucas Vázquez en el lateral diestro y Marcelo por el carril izquierdo.
Este cambio dejó un cuarto de hora inicial de segunda parte muy buena para el Real Madrid, que recortó distancias gracias a un Marcelo que lleva tres goles en cuatro partidos. Un mal rechace, un rebote, y un gol casi a placer del brasileño que cambiaba todo, y provocó los mejores momentos blancos y los peores blaugranas.