Cristina Cifuentes no dimite. Lo ha aclarado ante los medios de comunicación antes del comienzo de la convención nacional del PP que se celebra estos días en Sevilla. Sin documentos nuevos pero sí con tranquilidad, la presidenta autonómica ha ratificado sus explicaciones en sede parlamentaria y ha dejado clara su "confianza" en la Universidad "y en la Justicia".
La dirigente ha explicado que ella realizó su máster y presentó el TFM, aunque no ha sabido decir ante quién: "Yo no sé si eran las personas que tenían que ser o no y no recuerdo más detalles, los tendrá que explicar la Universidad". Pero estos detalles no ha sido los únicos que ha dicho que tendrán que explicar la Rey Juan Carlos, puesto que ella se ha desvinculado de las irregularidades detectadas por el rector y las ha tildado de "errores administrativos", incluyendo el acta falsificada. De este asunto ha remarcado que no compete "a una alumna" explicarlo porque "es un documento oficial" que "solicitó" a la URJC y que se le fue devuelto "firmado y rubricado". "Todas las acusaciones [sobre la falsificación] pertenecen exclusivamente al ámbito de gestión y de administración interna".
Así, ha vuelto a decir que es una buena noticia que se haya llevado el caso a la Fiscalía y ha explicado que ella es "la primera interesada" en que "se llegue hasta el final" puesto que, a su modo de ver, está siendo sometida "a una situación que, más allá de la política, es de una dureza extrema".
"No he contactado con ningún profesor"
La bomba informativa (una nueva) saltaba esta mañana. El director del máster de la presidenta admitía en Onda Cero haber falsificado el acta que mandó el equipo de Cifuentes a los medios el mismo día que eldiario.es destapó el caso y que, esa misma noche, utilizó la regidora en un Periscope para defenderse. Además, Enrique Álvarez Conde, explicaba que esa "reconstrucción" se hizo por orden del rector.
Así, la prensa le ha preguntado si ha hablado con este último, Javier Ramos, o con algún profesor, información que ha negado tajantemente. "Ni ha habido presiones, ni he contactado con ningún profesor: he preferido mantenerme al margen".