Las asociaciones de vecinos y comerciantes a favor de Madrid Nuevo Norte ofrecieron este miércoles una charla informativa acerca del plan de Distrito Castellana Norte y dieron a conocer sus principales inquietudes en cuanto a la realización de este gran cambio urbanístico en la ciudad de Madrid.
Desde la llegada al consenso en julio para poner en marcha el proyecto Madrid Nuevo Norte, todavía no se ha comunicado la primera aprobación del plan, algo que a las diferentes asociaciones de vecinos y comerciantes tiene en vilo.
Este miércoles, medio centenar de personas acudieron a un coloquio en el Teatro Prosperidad, organizado por una plataforma formada por más de 30 asociaciones que apoyan el esquema trazado por Distrito Castellana Norte para convertir la zona de Chamartín y Fuencarral en un espacio renovado.
A través de una charla informativa y una pequeña mesa redonda, se ahondó en las principales actuaciones que se llevarán a cabo en Madrid Nuevo Norte y se escucharon las diferentes opiniones y peticiones de los vecinos y comerciantes que se verán beneficiados por este gran cambio en la zona septentrional de la ciudad.
Un “urbanismo compacto”
Pablo Rodríguez, técnico de DCN, comenzó la charla explicando a grandes rasgos qué es Madrid Nuevo Norte y cuáles son las principales actuaciones que se llevarán a cabo.
Este modelo de “urbanismo compacto” busca unir la vida entre vecinos con el comercio de proximidad, a la par que introducir el centro de negocios y conectar todo ello con una buena red de transportes.
“Es un proyecto vanguardista y sostenible desde todos los puntos de vista basado en tres pilares: social, medioambiental y económico”, destacó Rodríguez. "Hemos intentado que haya un poco de todo para favorecer la vida continua", añadió.
Las zonas de actuación se encuentran divididas en cinco ámbitos: Estación de Chamartín y Distrito de Negocios, donde se concentrará el grueso de la actividad terciaria; y Fuencarral-Malmea, Fuencarral-Tres Olivos y Fuencarral-Las Tablas, donde predominará el uso residencial.
En total, dentro de los 2.830.000 metros cuadrados habrá 11.000 viviendas, de las cuales un 20 por ciento contará con algún tipo de protección. El “corazón del proyecto” es la Estación de Chamartín, vista como un "gran ‘hub’ de conexión para alta velocidad", que tiene un "potencial enorme en cuanto a movilidad".
"Más allá de la reforma de estructura, queremos hacer apuesta real por la movilidad y concentrar las edificaciones donde hay transporte público con una nueva línea de metro, cercanías y buses de alta capacidad”, señaló el técnico de DCN. “Vamos a crear ciudad”, finalizó.
Por ahora, Distrito Castellana Norte se encuentra a la espera de que se apruebe el proyecto y esperan que sea para esta legislatura. “Si pudiéramos enseñar más, enseñaríamos. Paciencia”, explicó Pablo Rodríguez.
Con ganas de ver el proyecto en marcha
La movilidad, la forma de vida, los atascos, el parque lineal y la contaminación fueron los problemas que más preocuparon a los presentes. En la mesa redonda, formada por Eduardo Morán, presidente de PYMES Chamartín, Marcial Sánchez, ingeniero de caminos, Francisco Coll, miembro de un colectivo deportivo y Miguel Santiago, vecino de la zona, los cuatro integrantes pidieron agilidad en la toma de decisiones para poder empezar cuanto antes.
“Como plataforma, debemos olvidarnos de la política y meter prisa para que se llegue a un acuerdo”, indicó Morán. Marcial Sánchez mencionó a aquellas asociaciones que sí se encuentran a favor de Madrid Nuevo Norte y agradeció su aporte de opiniones: “Lo que hace falta son ideas positivas. No todas las asociaciones de Madrid se oponen. Nos gustaría que antes de que acabe marzo se aprobase, y luego en el periodo de alegaciones ya se cambiarán cosas. Que se arranque ya”.
“Queremos realidades y que nuestros hijos tengan instalaciones para practicar deporte”, denunció Coll, que comentó la falta de instalaciones deportivas que sufren los vecinos del barrio de Chamartín.
“Es inaceptable que esto no salga adelante. Tenemos que crear y construir. Es una oportunidad única”, defendió Miguel Santiago, que apostó por el soterramiento de las vías de tren y cercanías, como en la Estación de Sants de Barcelona: “Lo soterrado es lo moderno. Tenemos que ir hacia adelante y ser europeos”.
A modo de conclusión, Eduardo Morán quiso transmitir un mensaje de unión entre asociaciones, algo extremadamente necesario para que Madrid Nuevo Norte avance: “Lo que queremos es, que habiendo consenso entre administraciones, las asociaciones no pongamos piedras en el camino.
Empujemos el proyecto y luego ya vendrán las modificaciones y manifestaciones para mejorarlo entre todos”.