Diego Alberto García Mates, desaparecido desde el 7 de febrero, se encontraba en un hospital ingresado desde el pasado sábado. Al no llevar la documentación encima, la Policía no pudo averiguar de quién se trataba.
Al hombre se le perdió el rastro el pasado miércoles, cuando acudió al centro de inserción laboral del distrito de San Blas. Tras intentar ponerse en contacto con él por teléfono en repetidas ocasiones, el hermano denunció el viernes la desaparición de alto riesgo en la comisaría de San Blas. La noche anterior un conocido lo vio con petates y macutos en la zona de Legazpi, como si hubiera dormido en la calle.
El mismo viernes a las 07:00 una vigilante de seguridad del Metro de Las Rosas le invitó a salir del suburbano porque le pilló fumando dentro. Estaba bastante desquiciado, relató posteriormente a la familia tras ver el cartel del desaparecido.
Otra llamada lo situó el viernes por la tarde en Legazpi también desorientado. En la última comunicación, un anónimo informó de que se encontró con Diego Alberto a las 19:00 en el Metro Opañel. Un vigilante vio cómo deambulaba con poca estabilidad por la estación y le ofreció ayuda.