Este viernes se ha presentado, simultáneamente en Madrid y Barcelona, el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, que nace con la idea de “defender a la parte débil” en el proceso del alquiler y con el objetivo de demostrar que “la unión hace la fuerza”.
En Madrid, el porcentaje de personas que vive en alquiler va aumentando significativamente –igual que en el resto de España-. Del 22,7 por ciento de 2013 se ha pasado a una cifra cercana al 25 por ciento en la actualidad. Es por eso que, pese a que la región concentra el 8 por ciento de viviendas vacías del país, el precio del alquiler sube de forma continua. La falta de oferta provoca que en 2016, el precio del arrendamiento haya subido más de un 15 por ciento, algo que conlleva que el arrendatario se vea cada vez más desprotegido.
Fianzas abusivas que no siempre son devueltas, avales imposibles, necesidad de contrato indefinido... las condiciones que ponen los arrendadores han hecho que los inquilinos hayan dicho basta. Este viernes se ha presentado el primer Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, que promete dar guerra.
En el último año, el precio del alquiler ha subido un 15,6 por ciento.
Mediante un comunicado, la organización apunta directamente al Estado y a sus políticas “liberalizadoras”, que han creado una “segunda burbuja inmobiliaria”.”El mercado del alquiler se ha convertido en la nueva apuesta del maltrecho sector inmobiliario y pretende erigirse en un nuevo motor de la economía española”, apuntan.
Además, también critican las causas “coyunturales”, como las plataformas “mal llamadas colaborativas”, como Airbnb, que provocan que el derecho a la vivienda quede subordinado “frente al beneficio de los fondos de inversión y de los especuladores”.
Fuentes del sindicato consultadas por Madridiario cuentan que la gente que lo forma proviene de movimientos sociales que pretende “autoorganizarse” para dar una respuesta colectiva a este problema. “Somos un sindicato independiente que pretende mejorar la vida de la gente que vive de alquiler, que están muy castigados”, afirman.
Las mismas fuentes se comparan con un sindicato de trabajadores y aseguran que no van a renunciar a la movilización: “Es una de nuestras herramientas y no dudaremos en llevarla a cabo, si es necesario, hasta las últimas consecuencias”.