En concreto, 62.242 viajeros resultaron afectados por la cancelación de sus trenes, lo que supone un total de 287 en las dos jornadas, y la compañía tuvo que trasladarlos en autobús a su destino. Otros 276.000 pasajeros registraron distintos retrasos en sus trayectos ferroviarios durante los dos primeros días de paro. El número de viajeros afectados deriva fundamentalmente del incumplimiento de alguno de los trayectos que estaban incluidos en los servicios mínimos que el Ministerio fijó ante los paros con el fin de compatibilizar el rerecho a la huelga con el de la movilidad de los ciudadanos.
Durante la jornada del viernes los incumplimientos se registraron fundamentalmente en los servicios de Cercanías, mientras que en la del domingo tuvieron un mayor impacto en los trenes de Larga Distancia. En concreto, los incumplimientos de mínimos se registraron en trenes de la línea que une Madrid y Galicia, en las conexiones con Palencia y Santander y en el Corredor Mediterráneo.
Por su parte, los servicios mínimos fijados por Fomento establecen la circulación del 72 por ciento de los trenes AVE y Larga Distancia, el 65 por ciento de los de Media Distancia y el 50 por ciento de los de Cercanías. A pesar de los datos de incidencia, la segunda jornada de paros se desarrolló "con normalidad y tranquilidad", según coincidieron en señalar fuentes de Renfe y el sindicato de maquinistas.
Seguimiento de la huegla
Semaf asegura por su parte que el seguimiento de la huelga es del 100%, ya que "han secundado el paro todos los maquinistas que han podido hacer huelga, por no estar incluidos ni en carta de mínimos, ni de baja de vacaciones", mientras que Renfe lo cifra en un 6 por ciento. De este modo, Semaf rechaza que se estén incumpliendo los servicios mínimos y asegura que los maquinistas están "aceptando todas las cartas de servicios mínimos que están bien confeccionadas".
Con estas huelgas Semaf denuncia la demora que, según asegura, Renfe acumula a la hora de poner en marcha distintas medidas acordadas con los sindicatos, como es el plan de empleo que habilita un sistema de salidas voluntarias de trabajadores de la empresa ligadas a nuevas incorporaciones. También protestan por la situación del negocio de mercancías y por la disminución de servicios de vía estrecha heredados de la desaparecida Feve. Por otro lado, fuentes de Renfe señalan que el objetivo último de los maquinistas es el de determinar el sistema por el que deben incorporarse a la compañía los nuevos conductores, algo que según aseguran, debe realizarse por concurso público al tratarse de una empresa estatal.
Finalmente, la convocatoria de paros de este colectivo contempla otras dos jornadas de huelga establecidas para el próximo martes 14 de junio y otra para el jueves 16. En el caso de Madrid coincidirán con los paros parciales previstos en el Metro.