El Ayuntamiento de Boadilla del Monte confía en desarrollar su ordenanza sobre gasolineras antes del verano para resolver el litigio que mantienen los vecinos de la zona de Valenoso contra los planes de un promotor para instalar dos surtidores de combustible a poco más de 20 metros de sus casas.
El concejal de Urbanismo de Boadilla,
Raimundo Herráiz, asegura que los técnicos del Consistorio están "trabajando" en la elaboración de este reglamento "en base a criterios objetivos" que permitan fijar la distancia mínima a la que se pueden ubicar las gasolineras. "Deberíamos tener este tema solucionado cuanto antes", ha destacado en declaraciones a este periódico.
El Pleno de Boadilla rechazó este viernes una propuesta de ordenanza presentada por PSOE y Alternativa por Boadilla (ApB) que
ponía ese límite en 150 metros en el caso de la separación de las viviendas. El PP, que gobierna la localidad con mayoría absoluta, reprochó que el texto copiara la reglamentación de Leganés. "En un artículo de esa ordenanza habla de aparcamiento en 'bacteria', una errata que aparece también aquí", afirma Herráiz. "La hemos rechazado, entre otras cosas, porque no nos parece serio traer un texto de otra localidad contra el que el promotor puede presentar un recurso y ganarlo. Cada Ayuntamiento, en base a sus propias características, debe redactar sus ordenanzas. Además, los grupos no tienen capacidad para presentar iniciativas normativas", explica.
Herráiz defiende la gestión de su Gobierno y asegura que ya ha comunicado al empresario que esa reglamentación puede no resultar favorable a sus intereses y que, en cualquier caso,
las licencias están suspendidas hasta que no se desarrolle esa norma, para la que, sin embargo, no existe una fecha concreta de edición.
Los vecinos de Valenoso
han mostrado su rechazo a esta iniciativa porque, aseguran, supondrá
un perjuicio para su salud. Además, creen que les generará ruidos y molestias como consecuencia de la capacidad de atracción que adivinan al carácter 'low cost' con el que la empresa quiere impulsar estos surtidores, parte de un plan que incluye también un taller y un lavadero.
"La mayoría de ayuntamientos no tienen estas ordenanzas", indica el edil popular. Según recuerda, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado a finales de 2015
no preveía el uso de suministro de combustible al pormenor en esa zona, pero una asociación de fabricantes de hidrocarburos regional alegó contra ello. El PGOU tomó entonces la previsión de desarrollar una ordenanza para este uso, lo que centra la batalla política ahora en Boadilla.
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